tag:blogger.com,1999:blog-39485794113102407872024-02-07T15:01:45.129-08:00Historietas de una primerizaUnknownnoreply@blogger.comBlogger22125tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-74071489384431346812013-06-20T03:38:00.001-07:002013-06-20T04:23:44.098-07:00Historietas de las primeras nueve semanas...<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjmvPjqPJf6z5TXX4zslJRpRqnV8YQi9i9sFlGuCHoQUVRAJ98FpgzeHgRgzUZWl0xo3nALWYpOXhqfIMg1Os09qBO1-9_Sb_XwGyv201Mz3WjJAwo_7hZxiP6NGLmwtqEWGI4LYLDCK0/s1600/energia_y_feminidad_bebe_llorando1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: inherit;"><img border="0" closure_uid_79227438="35" cya="true" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjmvPjqPJf6z5TXX4zslJRpRqnV8YQi9i9sFlGuCHoQUVRAJ98FpgzeHgRgzUZWl0xo3nALWYpOXhqfIMg1Os09qBO1-9_Sb_XwGyv201Mz3WjJAwo_7hZxiP6NGLmwtqEWGI4LYLDCK0/s320/energia_y_feminidad_bebe_llorando1.jpg" width="320" /></span></a><span style="font-family: inherit;"><strong>Las visitas al hospital.</strong> A todos nos gusta que nos hagan mucho caso. A todos nos encanta que vengan a vernos cuando estamos pachuchos. A las madres nos flipa lucir a nuestro churumbel con quien sea, donde sea y a la hora que sea. PERO quizá, sólo quizá, con la criaturilla recién salida del horno y tu bajo vientre en carne viva, el primer día no sea el más idóneo para recibir visitas. La gente, muy educada ella, se interesa por tu estado de salud y tú, que ya te has visto al espejo y te duele hasta respirar, respondes que "muy bien, gracias" pero lo cierto es que refunfuñas por lo bajini "¡Fenomenal! acaban de abrirme en canal para extraer a un ser humano de mi útero, tengo que hacer pis por un tubo, no siento las piernas y sigo gorda como un balón. ¿Nos vamos de pintxos?" Pero sucumbes y asumes que tu dignidad se quedó en el parking del hospital y que durante los próximos tres o cuatro días, todo el que entre en la habitación te verá con el camisón de tu abuela, los pelos de punta y la teta fuera. Esa imagen se grabará para siempre en su retina pero nunca lo dirán en alto y todos harán como que nunca pasó nada. </span></div>
<span style="font-family: inherit;">Menos mal. </span><br />
<span style="font-family: inherit;">Conclusión: una de dos. O te armas de valor y limitas radicalmente las visitas o te entregas y pierdes la batalla a lo grande, contratando un cátering con banda de jazz incluída para que al personal no le falte ni gloria.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"><strong>El chupete</strong>. Si alguna vez se te ha ocurrido teclear "lactancia materna" en el buscador de Goolge, o has conversado con activitas defensores a ultranza de dar el pecho hasta la mayoría de edad, sabrás a estas alturas que ofrecer el chupete a un recién nacido es el primero de los pecados capitales de la lactancia. Según esta teoría, los bebés son tontos y nacen con una inclinación natural a preferir un trozo de goma que saciar su hambre. "Como le des el chupo, te has cargado la lactancia", he oído decir. Así que una, que es muy primeriza y muy asustadiza, decidió no meter el chupete en la maleta a fin de evitar la Tentación. Al segundo día me vi arrodillada ante mi madre, suplicando que me trajese los siete chupetes que estaban en casa pero, horror de los horrores, ya era tarde. La niña, a día de hoy, no coge el chupete ni <em>patrás,</em> con lo que servidora se pasa las horas como Sabrina pero sin <em>boys, </em>luciendo pechera a diestro y sinietro con tal de calmarla. </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"><strong>Tu relación de pareja</strong>. Cambio radical. Asúmelo desde ya. Pensar "a mí no me va a pasar" es el principio del mayor de los autoengaños. No quiere decir que la cosa vaya a peor, tampoco nos pongamos dramáticos, pero el día a día pasa a otra dimensión y no digamos nada ya sobre las conversaciones de adulto (en el caso óptimo de que coincidas para conversar en algún momento, claro): </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">-"¿Ha hecho caca?"</span><br />
<span style="font-family: inherit;">-"Sí"</span><br />
<span style="font-family: inherit;">-"¿Mucha?"</span><br />
<span style="font-family: inherit;">-"Bastante"</span><br />
<span style="font-family: inherit;">-"¿Y pedos? ¿Le has sacado bien los gases?" "Mira que luego te levantas tú, eh? Que yo ya no puedo más".</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">El pan nuestro de cada día. Súper romántico, sí señor. Si, además, consigues ducharte a diario y mantener la sana costumbre de aplicarte el rímel y el carmín, podrás charlar tranquilamente sobre las heces de tu bebé sin perder la pasión. </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"><strong>Confundir el hambre con los cólicos y viceversa</strong>. Los bebés lloran. Mucho y muy alto. Siempre oí a mi madre decir que nosotros comíamos, dormíamos y poco más, así que, temerosa de aburrirme soberanamente durante mi baja maternal, preparé una lista de cosas que hacer para aprovechar el tiempo: actualizar mi perfil de linkedin, cursos <em>on-line</em> de todos los colores y sabores, gimnasia activa y pasiva... </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">Pues no. Por no poder, no he podido ni pintarme las uñas de los pies. Después de la cuarentena la cosa mejora algo pero el primer mes y medio es un llorar y no parar. Llora el cucufate y, ya puestos, lloramos todos al unísono. La familia que llora unida, permanecerá unida. Digo yo. </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"> El reto consiste en identificar el lloro. Si son cólicos, se suelen poner rojos como un pimiento, dar patadas a diestro y siniestro y expulsar unos gases que ni Torrente en sus mejores tiempos. Si es hambre, gritan como imagina una que gritarían en la matanza de Texas y también se ponen muy rojos. El problema de esto es que, si acaban de comer, crees que son cólicos y te pasas cuatro pueblos con los masajes estomacales. </span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">"Comen cada 3 horas y durante 10 minutos en cada pecho", te dicen en el hospital. Sí ya. Tararí que te ví. La mía come cada media hora durante media hora en cada teta y encima se queda con hambre. Dos meses han tenido que pasar para atreverme a pasar por el capítulo de hiptecas el segundo gran pecado capital de la lactancia: el biberón. Gracias a los prácticos consejos de una amiga, cada noche le doy un bibe muy majo que venden hecho en la farmacia como suplemento a mi lactancia. De momento, ni se le ha caído el pelo, ni le ha salido un tercer ojo ni, por supuesto, ha rechazado el pecho. Encima, se va tan contenta a dormir a las 22h como un reloj y no amanece hasta las cinco de la mañana siguiente. Todos hemos ganado en felicidad y en calidad de vida...</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">... y el Estimado y yo hemos conseguido cenar juntitos cada noche para hablar de las flatulencias de nuestro churumbel a nuestras anchas y sin interrupciones.</span>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-13665590168021937782013-04-04T07:27:00.000-07:002013-04-04T07:27:23.289-07:00Relato de una ida...<span style="font-family: inherit;">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
4 de abril, 2013</div>
</span><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Nueva colaboración en el blog de Historietas: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Hoy nos ha llegado desde Japón esta preciosa carta de <strong>Daniel Galindo</strong> al Cucufate.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">---------------------------------------------------------------------------</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Tan solo llevas nueve meses entre nosotros y desde el primer instante en que supimos de tu existencia ya eras una más, pese a que aún te queda pasar, nada, una puertecilla, un control aduanero para el que tienes visado. A este lado, el día cero, y esos meses de descuento habrán dado paso a una constante suma: anhelos, experiencias, novedades, ideas… Pero eso vendrá luego, “Cucufate”, mucho tienes por añadir y poco que restar, de ello nos encargaremos nosotros y, por supuesto, tus padres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Aquí fuera se está bien. Es cierto que, en ocasiones, las pendientes se hacen un pelín cuesta arriba, aunque también es verdad que, en cuanto le coges el tranquillo y conoces algún truco, todo es mucho más fácil y solo tienes que dejarte llevar, con curiosidad, con inquietudes y nadando de cuando en cuando contracorriente o tomándote un desvío del camino recto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Mencionaba lo del truco… Tu llegada al día cero tiene algo de mágico. Ya te contaremos con detalle la película, pero te avanzo algo en estas letras: una cosa de papá viajó hasta lo más profundo de mamá. Algún adulto que lea esto, tu primera carta –al menos que te haya mandado yo-, creerá que me refiero a espermatozoides heroicos y óvulos hospitalarios, pero no van por ahí los tiros: la cosa de “Estimado” que llegó hasta las entrañas de “Primeriza” se llama interés –nuestra amiga Berta diría ‘cosquillitas’- y fue lo que contribuyó a que ella se ilusionase con cada escapada a un rincón de un país llamado Argelia. Luego, un posterior y constante acercamiento en horas de trabajo resolvería la papeleta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">La timidez la fue venciendo el afán por descubrir y, más o menos, partiendo de esos correveidiles estás tú aquí, bueno, por ahora, ahí, dentro de tu madre, con buena parte de su cuerpo convertida en acogedor recipiente natural. Por cierto, puede ser que pongas a cero el contador y preguntes por el que te escribió esta carta y te digan que no anda cerca de ti… ¡Todavía! Eso forma parte de otra historia, la que te iremos narrando cuando, juntos, estemos recorriendo parajes, algunos lejanos como este en el que me encuentro, otros, cercanos y cotidianos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: inherit;">Aún no eres consciente de ello, pero ya estás le estás tomando el pulso a la vida, estás narrando el cuento, el relato de tu ida.<span style="display: none; mso-hide: all;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: inherit;"> <a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-32477707538042012382013-04-02T03:55:00.000-07:002013-04-09T07:45:20.133-07:00Consejillos de última hora...<br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: 13px; line-height: 17px;"><span style="font-family: inherit;">"And be a simple kind of man</span></span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-size: 13px; line-height: 17px;"><span style="font-family: inherit;">Oh, be something you love and understand"</span></span><br />
<span style="font-family: inherit;">Lynyrd Skynyrd</span><br />
<br />
<br />
Querida hija:<br />
<br />
A puntito estamos de alcanzar la meta. A mí ya me cuesta caminar, respirar, dormir...y supongo que a ti lo de moverte se te da cada día peor. Pero queda poco y hay que aguantar. Así es <b>la vida </b>que te espera: <b>a ratos se hace de rogar.</b><br />
<br />
Al igual que el resto de criaturillas que estamos de paso por estos lares, te ha tocado. Unos lo llaman destino, algunos casualidad, otros obra y arte del Señor. El caso es que aquí estamos, viviendo y sacándole a esto todo el provecho del que somos capaces. Nadie nos cuenta muy bien cómo hacerlo. Se nos habla de comportamiento, de felicidad, de suerte, de esfuerzo. Se nos enseñan cosas, algunas útiles otras no tanto, pero vivir, lo que se dice vivir... eso es algo que desempeña cada uno como buenamente cree que puede.<br />
<br />
En verdad, todos somos muy parecidos, no te creas. Todos queremos que nos quieran, nos gusta sentirnos útiles y reconocidos, necesitamos creer en algo, resolver problemas, dar y recibir...Pero la forma de conseguir y satisfacer nuestras necesidades, o el espíritu con el que nos enfrentamos a los retos que se nos presentan, varía enormemente en función, básicamente, de cómo somos o, más bien, de cómo creemos que somos. La dificultad (y el arte) consiste en convertir lo feo en bonito. Como cualquier juego que se precie, es complicado, en ocasiones frustrante, pero muuuy divertido siempre y cuando no hagas trampas y creas en tus fichas.<br />
<br />
Puede que algún día tengas que <b>cambiar de casa, de país, de amigos, de idioma</b>...Puede que, cuando eso ocurra, tú seas pequeña y no lo puedas elegir. Ten por seguro que, aunque no lo abrirás hasta diez o veinte años después, será el mejor regalo que vas a recibir. Has ganado dos vidas, dos realidades, dos idiomas, dos hogares. El recuerdo de lo anterior se funde con lo construido en el presente y te enriquece más de lo que te puedas imaginar.<br />
<br />
Puede que un día <b>no superes la prueba</b>. Y que al día siguiente tampoco. Puede que haya pruebas que no superes nunca. Mejor. Estarías todo el día prueba que te prueba, sin tiempo para probar y aprobar lo que realmente te gusta. Lo importante es que no desistas en <i>tú</i> reto. No hace falta que te digan cuál es. Lo sabrás.<br />
<br />
Puede que un día <b>lo que crees no tenga nada que ver con lo que se supone que tienes que creer</b>. Puede que esto te bloquee durante un rato y no sepas por dónde tirar. Es posible que, con el tiempo, vuelvas a creer lo que se supone que tenías que creer pero lo más probable es que esto no ocurra porque, en el fondo, siempre estás tú misma. Lo importante es que <i>nunca </i>digas algo en lo que no crees porque al final terminarás por semi-creerte aquello que no eres tú y, sin saber por qué, te sentirás triste.<br />
<br />
Puede que un día <b>te digan NO</b>. Has de saber que será el primero de una larga fila de NOs. Si esto ocurre, coge el dado, vuelve a tirar y cambia de estrategia. Y cuando des con un SÍ, verifica antes que sea auténtico, que venga del corazón. De lo contrario, no lo aceptes porque, a la larga, se convertirá en un doble NO con cara de recochineo y eso no nos compensa.<br />
<br />
Puede que algún día <b>quieras a alguien que no te quiera</b>. Puede que esto te haga sufrir mucho. Seguramente sea lo que más te vaya a hacer sufrir jamás. Pero, y esto sí que te lo prometo yo, has de saber que se te pasará. Sobre todo, has de saber (aunque no lo entenderás hasta mucho más tarde) que en verdad ese querer no era tal y que el amor sólo es real cuando es recíproco.<br />
<br />
Puede que <b>algún día hieras a alguien</b>. Puede que además lo hagas repetidas veces y no entiendas bien por qué pero, lógicamente, el daño que tú causas te hace sentir ruin, fea y muy baja. De todas las heridas que vas abriendo, la principal, la que más tarda en cerrarse, es la que te quedas tú. Procura evitar esa práctica porque ni siquiera pedir perdón te hará sentir mejor.<br />
<br />
Puede que un día te despiertes y <b>ya no esté una de las personas a las que más quieres</b>. Puede que te frustres pensando que no se lo dijiste o no la disfrutaste lo suficiente pero te aseguro que eso no es cierto. Repasa tus fotos con ella y abraza su recuerdo. Ahí estará siempre contigo y ahí encontrarás la verdad.<br />
<br />
Estos son sólo algunos ejemplos, pocos, de lo que puede que un día te encuentres por el camino. Ojalá pueda indicarte siempre qué vía escoger o darte la respuesta correcta a todas tus preguntas pero esto, mi pequeña cucufate, no está montado así. A todos nos ayudan, eso sí, pero a todos nos toca tejernos a nosotros mismos.<br />
<br />
Por lo demás, qué puedo decirte que no esté perfectamente descrito en esta canción que tanto le gusta a tu padre:<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/paUGhVQfBpw?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: center;">
"Mama told me when I was young</div>
<div style="text-align: center;">
Come sit beside me, my only son</div>
<div style="text-align: center;">
And listen closely to what I say</div>
<div style="text-align: center;">
And if you do this it will help you some sunny day</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Oh, take your time, don't live too fast</div>
<div style="text-align: center;">
Troubles will come and they will pass</div>
<div style="text-align: center;">
You'll find a woman and you'll find love</div>
<div style="text-align: center;">
And don't forget, son, there is someone up above</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
And be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, be something you love and understand</div>
<div style="text-align: center;">
Baby be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, won't you do this for me, son, if you can</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Forget your lust for the rich man's gold</div>
<div style="text-align: center;">
All that you need is in your soul</div>
<div style="text-align: center;">
And you can do this, oh baby, if you try</div>
<div style="text-align: center;">
All that I want for you, my son, is to be satisfied</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
And be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, be something you love and understand</div>
<div style="text-align: center;">
Baby be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, won't you do this for me, son, if you can</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Oh yes, I will</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Boy, don't you worry, you'll find yourself</div>
<div style="text-align: center;">
Follow your heart and nothing else</div>
<div style="text-align: center;">
And you can do this, oh baby, if you try</div>
<div style="text-align: center;">
All that I want for you, my son, is to be satisfied</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
And be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, be something you love and understand</div>
<div style="text-align: center;">
Baby be a simple kind of man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, won't you do this for me, son, if you can</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
Baby, be a simple, really simple man</div>
<div style="text-align: center;">
Oh, be something you love and understand."</div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
</div>
<br />
<a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a><br />
<div>
<br /></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-64322757504330002112013-03-07T06:15:00.000-08:002013-03-07T06:15:39.346-08:00Último mes, última porra...<div class="ecxMsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Ocho meses han pasado ya desde que la linda criaturita se personase en nuestras vidas en forma de embarazo primerizo agudo. Desde el primer <a href="http://historietasdeunaprimeriza-acr.blogspot.com.es/2012/10/el-dia-del-susto.html">día ha querido ella jugar al despiste</a> y hasta el último minuto témome yo que se nos hará de rogar la muchacha. ¿A quién habrá salido? A mí que me registren. Con lo fácil, previsible, equilibrada, serena y puntual que es mi aportación al código genético… ;) </span></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Al lío: soy la única embarazada que conozco sin FPP (fecha probable de parto). En las clases de preparación al famoso pujo, expulsivo y alumbramiento, todas las compañeras (además de ser muy monas ellas), saben con total certeza la fecha, hora y minuto del nacimiento de su bebé. En la ronda de presentaciones del primer día, la FPP se colocó en una cómoda tercera posición tan sólo después del nombre y del apellido. “Hola, me llamo Conchi Gutiérrez y daré a luz el 3 de mayo”. “Hola, yo soy Esther Paquitez y mi FPP es el 23 de abril”. Así, sucesivamente, hasta que llegó mi turno en el que, con lengua de trapo y cara de tomate cherry, tuve que admitir que no sabía cuál era mi fecha de parto. “La buena noticia es que sí os puedo decir mi nombre y también me acuerdo del apellido”, solté por aquello de desviar un poco la atención y superar el bochorno inicial. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">El caso es que, cada vez que atiendo la consulta, me dan una fecha distinta. Lo que empezó siendo el 17 de abril, pasó al 14 del mismo mes, para luego posicionarse en el 8, brincar hacia adelante hasta el 15 y, según el último veredicto, parece que nos adelantamos al 6. Un mareo, vamos. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Lanzo por tanto la última porra de este capítulo de Historietas: <b>¿Qué día crees tú que nacerá el cucufate? </b>La apuesta podrá basarse en cálculos matemáticos, calendario lunar, intuición pura y dura o recomendación de la abuela. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Las respuestas, como siempre, a través de nuestra página de FB : <a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a></span></div>
<div class="ecxMsoNormal">
o de este blog. </div>
<div class="ecxMsoNormal">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal">
¡Saca tu vena adivina y <strong>participa</strong>!</div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-44327401582687381522013-02-28T11:16:00.001-08:002013-02-28T11:16:41.823-08:00Desde la mesa de al lado....<br />
<span style="font-family: inherit;">En la colaboración de hoy la gran M.C.Amate, compañera de trabajo, de mesa y de mil batallas, nos cuenta cómo ha vivido (y sufrido) durante estos meses el embarazo de servidora...</span><br />
<br />
--------------------------------------------------------------------------------<br />
<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3r6Y1xXW8USGJqbPIFAxmL_h5UNQ_lFj66qjsXxffxRzVmpCwfwKrOzYsJZBiielRBoc-OYJljpgY4oqDYkn0eCOJp6EYkDBKrontd3GzIxM1kld5jmuCHWYAnnoqXSlCwCjJgfsAc98/s1600/hormigas.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3r6Y1xXW8USGJqbPIFAxmL_h5UNQ_lFj66qjsXxffxRzVmpCwfwKrOzYsJZBiielRBoc-OYJljpgY4oqDYkn0eCOJp6EYkDBKrontd3GzIxM1kld5jmuCHWYAnnoqXSlCwCjJgfsAc98/s320/hormigas.gif" width="289" /></a><br />
<span style="font-family: inherit;">Soy compañera y amiga de trabajo de la Primeriza y hasta hace poco me sentaba en la mesa junto a la suya. A su lado, vamos. Llevamos trabajando juntas casi dos años y lo cierto es que la cosa ha ido bien. La quiero razonablemente a la muchacha. Para ser justos, creo que más o menos nos aguantamos porque nos hemos dado cuenta de que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que manejamos una salud mental buena y que solemos tener puntos de vista casi parecidos en muchas cosas. En las fundamentales, creo yo. <b>Si a eso le sumas horas y horas de trabajo ya tienes montada una bonita amistad.</b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Con amistad y todo, lo cierto es que la noticia de su embarazo me pilló totalmente por sorpresa. Por sorpresa doble, en realidad. Por un lado, entiendan, soy un poquillo más joven (de edad, no de espíritu, que conste) que la primeriza arriba firmante y, por tanto, nunca había tenido una amiga en esta situación. Por tanto, no había precedentes que me pusieran sobreaviso. Por otra parte, digo que la sorpresa fue doble porque suelo estar tan atolondrada en mis cosas que no me entero en absoluto de las señales, indirectas o pistas que iban apareciendo a medida que su embarazo decía “hola buenas, aquí estoy”.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Yo no sé en qué estaría pensando, pero desde luego a mí la lucecita de lo del embarazo no se me encendió, me la encendieron. <b>Lo que para una mente normal podrían haber sido indicios de un estado de buena esperanza incipiente, para mí eran palabras sueltas que no hubiera sido capaz de conectar</b> ni en un millón de años.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Así que ya se pueden imaginar mi estupor (y, desde luego, mi inmensísisima alegría, claro) cuando aquí la <i>compañera del metal</i> me lo anunció. Lo cierto es que, una vez que la susodicha lo contó, Punto Pausa mediante (el Punto Pausa es algo así como el bar/mentidero del lugar de trabajo que compartimos) primero me entró tal <i>estallío</i> de alegría que parecía que el chiquillo (en esa época aún no sabíamos que sería chiquilla) lo iba a tener yo. Pero no. La madre iba a ser la Primeriza y lo cierto es que me alegré mucho muchísimo. Lo que no quita para que justo un par de horas después, en el camino del trabajo al piso en donde vivo, empecé a pensar “¡joer, y cómo no me he dado cuenta yo de esto antes!”.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Lo cierto, y para ser justa con mi capacidad neuronal, sí que hubo cosas del comportamiento de Primeriza que me chirriaron un poquillo en aquellos días en los que el anuncio oficial (y oficinal) apremiaba. Lo primero fue un comentario de la futura mamá, tipo “Marta, tienes que hacer deporte, el deporte es buenísimo para la salud: yo ahora ando una hora y media diaria por mi barrio”, recién salidas de un almuerzo. Ahí es nada. Pensé o que s<b>e había convertido en un trasunto del Forrest Gump del barrio de Lacoma, </b>que estaba mezclando medicamentos o que se estaba marcando un pegote para vacilarme. Del embarazo, oye, ni flores. Se me pasó antes por la cabeza un bizcocho en un bólido de Fórmula 1 (guiño al compi Mingauskas, que lo ha pasado regular con esto del blog, el hombre) que la posibilidad de que mi compañera estuviera esperando una criatura.</span><br />
<br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Lo siguiente que pudo haber hecho saltar mis alarmas fue aquello de “no, es que yo ya no fumo porque fumar es muuuy malo, Marta” ante mi pregunta de si se bajaba a la calle a echarse un cigarrillo. Pues nada. En honor a la verdad, lo que sí <b>empecé a pensar es que mi compañera de mesa había vuelto un poco revenida de su viaje de bodas.</b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Por tanto, una vez se me hubo anunciado tan magno acontecimiento, pasé de la alegría al estupor, luego a la alegría otra vez y, por último, a la preocupación. Esto de la preocupación es algo típico en mí, quienes me conocen saben que ando siempre cavilando por algo, pero lo primero que empezó a preocuparme fue cómo iba yo a poder ayudar a mi colega de oficina durante su embarazo, si nunca antes había pasado por una experiencia similar. Me preocupaba que si un día yo lo tenía torcido o algo, no se fuera ella a pensar que me había enfadado con ella. O que si un día ella se enfadaba conmigo, no se fuera a ‘enfadar’ también su niña por mi culpa. Pensamiento absurdos, pero que no sé por qué se me venían a la mente.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Me dije que, para ayudar en lo posible, lo primero y más importante que tenía que hacer era dejar de dar la brasa, en cualquiera de sus variantes. Esto me costó, porque soy de quejarme de mala manera y a voces, qué le vamos a hacer. El caso es que decidí que no me quejaría en voz alta de los problemas del trabajo (ni de los otros) para <b>intentar crear un buen fantástico ambiente laboral, libre de tensiones y neurosis.</b> También dejaría de insultar a voz en grito a todos aquellos que no me cayeran bien por aquello de no contagiar a la futura madre la mala leche que a veces me invade cuando me topo con según qué cosas.</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Y con estas ideas en mente pasaron los meses y cada vez me iba poniendo más contenta porque el magno acontecimiento estaba cada vez más cerca y porque me di cuenta de que salvo la <b>afición que mi colegui desarrolló por comer unas sopas precocinadas de ingredientes imposibles</b> que vendían en el comedor del trabajo (véase esa de crema de brócoli con piña o la sopa de calabaza con limón y jugo de jengibre que acostumbraba a comer nuestra amiga a pesar de mis numerosos intentos para evitarlo), su carácter, su día a día (y el mío) y todo lo demás siguió, más o menos, igual. En lo que a mí respecta, su humor se mantuvo bastante parecido al de siempre (un poco tocado al principio, pero muy poco, o al menos así lo viví yo), su afición a comer entre horas chocolate ecológico seguía muy a mi pesar (qué mal rollo da el chocolate ese que te comes, amiga. Ni siquiera huele bien) y la historia siguió su curso tranquilamente. Lo cierto es que mi amiga aguantó carros y carretas en su puesto sin que nadie se enterara un pelo de lo de su embarazo. Nada. Si tenía que cagarse en los muertos de alguien o si se encontraba mal por las náuseas típicas de los primeros meses, mi Primeriza se iba <b>valiente y elegantemente al baño a solucionar allí una cosa u otra, sin que nadie se enterara de ná. Con un par.</b></span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Lo cierto es que ahora que entramos en la recta final del viaje puedo decir que acompañar a mi amiga en su magnífica preñez ha sido una experiencia muy nueva, muy buena y muy provechosa para mí. Desde luego, como no podía ser de otro modo y por deformación profesional, he tomado buena nota para el futuro (el mío o el de quien sea).</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">Oeoeoeoeoe, ya queda menos!</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">-------------------------------------------</span><br />
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<b>¿TE GUSTA?</b> : <b><a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a></b><br />
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-35515774997619810692013-02-20T06:51:00.002-08:002013-02-20T09:54:03.034-08:00El Estimado...<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"></span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;">
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm_rdUGiDckRjDZlyJGTloyVpP6hAW_P44rPMV2XWtEFRcodfXYfszNIBuHJRkPY_K7qGHP7qTnInPm9taf2TOWK2egC_5zJdLtSYxy-PyGBrU0tFVEiRQiUORCN9lWw4f-ELFly06Imo/s1600/De_la_manoII.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" mea="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhm_rdUGiDckRjDZlyJGTloyVpP6hAW_P44rPMV2XWtEFRcodfXYfszNIBuHJRkPY_K7qGHP7qTnInPm9taf2TOWK2egC_5zJdLtSYxy-PyGBrU0tFVEiRQiUORCN9lWw4f-ELFly06Imo/s200/De_la_manoII.jpg" width="200" /></a></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Imagina por un momento que la personita que tienes siempre a tu vera, esa con la que has decidido pasar el resto de tus primaveras, te anuncia un buen día que aquello ha germinado y que algo, alguien, está creciendo dentro de sí. <strong>Ese algo, ese alguien, es parte suyo y parte tuyo.</strong> Imagina que pasan los días y, una vez superada la alegría inicial, ese germen, que es un algo convirtiéndose en alguien con mucho de ti y otro bastante de ella, empieza a crecer y a manifestarse en forma de transformación aguda por parte de ella. Que a la euforia, ilusión y alegría iniciales se incorporan nuevos elementos como el malestar físico, la fluctuación brusca e inesperada del humor, los nervios, la dudas… Imagina que ella, la personita de tu vera, siente cosas que tú no sientes al albergar a esa otra personita que también es parte tuya…Que de alguna manera a ti lo que te toca es observar en la cercanía, acompañar, apoyar y entender hasta donde puedes.<o:p></o:p></span></span></span></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">
</span></span>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">¿Te lo imaginas? A mí, personalmente, me cuesta. Tan metidas estamos en nuestro papel de mujer-<i>containers</i>, protagonistas, sufridoras y ejecutoras del milagro de la vida, que casi siempre nos olvidamos de lo que siente y padece el ser humano que tenemos al lado, a la sazón amor de nuestras vidas y padre de nuestras pequeñas y entrañables criaturillas. Casi <i>ná</i>. <o:p></o:p></span></span></span></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">
</span></span>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Así que, ahora que no me ve, oye o lee, he decidido dedicar un pequeño homenaje a mi Estimado. Él es quien más me acompaña en este trayecto y a él debo buena parte de mi cordura. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ni una señal de impaciencia, ni un atisbo de debilidad egocéntrica, ni un mal gesto</b>. Siete meses y medio han corrido ya desde que el cucufate anunciase su inminente llegada y no recuerdo un solo día en el que él, mi Estimado, no haya estado a la altura. <o:p></o:p></span></span></span></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: inherit;">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Cuando las <b>náuseas</b> interrumpían todos nuestros planes, quebraban mi ilusión y me conducían hasta el hartazgo, ahí estaba el tío para cogerme de la mano y prometerme que se pasarían. Tardaron en pasarse casi cuatro meses pero se pasaron, tal y como me prometió el Estimado entre sopa y sopa...entre manzanilla e infusión de jengibre.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Cuando llego tarde de trabajar, <b>agotada y medio hundida</b>, ahí está el tío listo para guardar en un cajón su propia fatiga, sus propios problemas, y sacar de la nada toda una cena rica en hidratos, vitaminas y minerales. Lo mismo te sorprende con un pollo en salsa que con una lubina al horno. Le cuesta, claro que le cuesta, pero lo hace. Y lo haría hasta el infinito si falta hiciese. O al menos así es como a mi me hace sentir. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Cuando me asaltan los <b>lloros</b>, ahí está el tío: abraza que te abraza, mima que te mima, besotea que te besotea...Él no sabe por qué lloras. Tú tampoco. Puede ser porque no te ha saludado el compañero de al lado, porque Ronaldo está triste o porque ya que llora la vecina te unes a la causa y sumas esfuerzos para conseguir entre las dos que la llantina alcance su máximo esplendor...El caso es que llorar se llora en abundancia y no está de más que alguien te recuerde de vez en cuando que no pasa nada por hacerlo sin motivo. </span></span></span><br />
<br />
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">También puede ser que llores porque estás a punto de alumbrar tu vida con un ser pequeño e indefenso y, sin tan siquiera haber cambiado un pañal en tu vida, de pronto has de responsabilizarte de su salud, de su felicidad y de su entrenamiento vital. Tres en uno. Moco de pavo. Quizá sea eso...Pero, claro, eso también le pasa al Estimado. Pero el Estimado no llora. Él sólo mira por que tus lágrimas se sequen pronto y tu corazón vuelva a su sitio. Sabe que son las hormonas, revolucionadas todas ellas, pero <strong>no te lo dice no vaya a ser que se líe la cosa y pasen de la revolución a la guerra fría.</strong> Así que se calla y comprende, asumiendo que eso que es parte tuyo (pero también suyo) le sitúa a él en un último plano y que sus miedos y sus dudas ahora importan poco. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-size: small;"><span style="color: black;"><span style="font-family: inherit;">Muchos, muchas, pensarán que sólo faltaba... Que ya bastante tiene una con lo que tiene como para que encima el de al lado no se olvide de sí mismo y se entregue a tus pies durante 9 meses seguidos, las 24 horas del día . Quizá sea cierto, no digo que no. Yo solo digo, solo reconozco, que no sé qué haría yo sin este Estimado mío que tan hábilmente me allana el camino y tan lejos me hace sentir de la embarazada cuasi histérica que, por qué negarlo, me posee de cuando en cuando. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<br /></div>
</span><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Gracias Estimadito por inyectarme tu fuerza. No sabes cuánto me alegro de que la cucufate sea también parte tuya.</span> </span></span></span><br />
<div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">-------------------------------------------------------------</span></span></span></span></div>
<div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"><span style="font-family: 'Calibri','sans-serif'; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: 'Times New Roman'; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;"><span style="color: black; font-family: inherit;"><span style="font-family: inherit;">Si te gusta, no te cortes y dilo, que me hará mucha ilusión ;) </span></span></span></span><span style="color: orange; font-size: 15px; line-height: 19px;"><a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza"><b>https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</b></a></span></div>
<div>
<span style="font-size: 15px; line-height: 19px;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-33243903397476140952013-02-14T05:26:00.000-08:002013-02-14T05:36:51.257-08:00Visto desde la barrera....<span style="font-family: inherit;">Segunda colaboración con Historietas: <strong>María Andrés</strong>, psicóloga, observadora, compartidora y más que amiga, nos cuenta cómo se percibe esto de la reproducción ajena desde el otro lado. Hoy va sin foto, que cualquier imagen, por bonita que fuese, sólo podría emborronar palabras tan potentes... </span><br />
<br />
------------------------------------------------------------------------<br />
<br />
<br />
<span style="font-family: inherit;">Lo de la maternidad visto desde la barrera es muy curioso.<br /><br />La condición de hijo la compartimos todos, claro, aunque es algo de lo que, en general, hablamos poco. Los que tenemos suerte contamos con una madre dentro del arsenal de seres humanos al que pertenecemos y al que consideramos indudablemente nuestro. Desde esa certeza, con el paso de los años, la mayoría hemos aprendido a quererla como al ser humano imperfecto que es. Toleramos, unas veces mejor y otras peor, ese empeño que tiene por meterse en nuestra vida como si fuera una extensión de la suya, la echamos mucho de menos cuando el mundo insiste en agredirnos a base de ambientes hostiles o de enfermedades leves, pero molestas (porque si son graves, ella aparece para cuidarnos, como no puede ser de otra manera) y no le damos muchas más vueltas al tema.<br /><br />Y de pronto parece que nuestro entorno se pone de acuerdo y, por efecto dominó, las personas con las que hemos crecido empiezan a pasarse al equipo contrario en un número cada vez mayor, apuntándose con entusiasmo a la aventura de traer más habitantes al mundo. Como están muy contentos, nos alegramos muchísimo por ellos. Celebramos su cambio de etapa vital y, egoístamente, nos sentimos bien, porque se va a añadir a lo existente una persona creada con partes de nuestra gente favorita, alguien que nos va a gustar seguro. Durante el proceso aportamos nuestro granito de arena como todo buen ser querido: intentando entender qué les está pasando, qué les hará ilusión, qué puede preocuparles… procurando empatizar con lo primero, compartir lo segundo, dar apoyo en lo tercero sin sacar temas que puedan empeorar sus miedos. O sea, haciendo lo mismo que cada vez que cambian algo en su vida. Pero en este caso el impacto es tan grande, la importancia y la extensión de la novedad tan enorme, que intuimos que la compañía que ofrecemos se va a quedar muy corta.<br /><br />Porque esto de los embarazos es como lo de las parejas, se añade alguien valioso a la historia del otro y tú sólo puedes alegrarte y seguir ahí, como siempre. Pero la experiencia subjetiva, esa que es única e irrepetible, esa que le saca brillo a todos los colores y le sube el volumen a la vida, esa no se puede compartir con nadie. Es sólo para cada uno y los demás nos limitamos a adivinarla extrapolando desde lo que conocemos. Así que a los que no nos vamos a subir al carro de la paternidad nos toca escuchar la versión de los otros, asentir como si supiéramos de qué nos están hablando y preguntarnos en silencio cómo sobrellevan la ansiedad de tener una prolongación suya -con motricidad propia y libre albedrío- sin darse al alcohol o a las drogas y sin llamar cada cinco minutos, llorando, a su mamá.</span><br />
<br />
<br />
<a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-7605189683769204022013-02-06T11:49:00.000-08:002013-02-06T12:01:09.382-08:00De consejos y de tópicos....<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Periodista especializada en deporte, deportista y vitalista, primeriza con apenas cinco meses de gestación, ex-compañera de la radio, actual compañera de vida y de milagros...<b>Ana Salar</b> se convierte en la primera colaboradora de Historietas y nos regala, a través del siguiente post, un trocito de su experiencia con este embarazo <i>tan bien llevao</i> que me lleva. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
---------------------------------------------------</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja17zQiqgbT53tPdCkSbRLZKLDXuXKFflgNGl18WaZwCJUnDvfBmVUnbqQtjbYL3oYeW3juzBjJclYEnEGoveoy-gLkYca6BsU4hdBveXgPbRgfmxRYwFtL2VcAjj9_RFcRSDJvqdW0QM/s1600/foto+Salar.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEja17zQiqgbT53tPdCkSbRLZKLDXuXKFflgNGl18WaZwCJUnDvfBmVUnbqQtjbYL3oYeW3juzBjJclYEnEGoveoy-gLkYca6BsU4hdBveXgPbRgfmxRYwFtL2VcAjj9_RFcRSDJvqdW0QM/s1600/foto+Salar.jpg" /></a><span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Parece que en este país somos
expertos en mil y una materias. Hablemos de fútbol. Soy bastante futbolera pero
no soporto al aficionado/entrenador, aunque alguna vez yo misma haya pecado de
eso. Cuando descubrí que estaba embarazada no podía imaginar cuánto se parecen
el mundo del fútbol y la maternidad. Y me refiero a lo que rodea a ambas
galaxias tan dispares. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">El aficionado que da consejos a
quien dirige un banquillo no siempre ha sido entrenador, casi nunca diría yo.
Sin embargo esa señora que con su mejor sonrisa se refiere a lo “gordita” o
“flacucha” que estás, a lo fea porque “será una niña que te está robando la
belleza”, a lo “guapísima que luces, radiante, como nunca, porque lo que traes
es un niño”… esa señora, seguramente, ha sido madre antes que cotilla y,
quizás, tenga una gran prole. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">No sé yo (me lo pregunto cada vez
que tropiezo con una señora/madre/opinadora), si haber sido madre, proporciona
también un máster en consejos. Es cierto que, muchas de ellas, se creen con
derecho, obligación y se reconocen como las más capacitadas para resolver hasta
las inexistentes dudas de una primeriza como yo. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Ellas también son entrenadoras de la
vida familiar, sin carnet pero con más sabiduría que cualquier entrenador.
Tiene delito, aunque poco, si nos fijamos en otro perfil de opinadora. Es
aquella que, casualmente también es primeriza. Sí. Espera un bebé igual que tú
pero… sabe mucho, muchísimo más que tú, de todo. Da igual la duda que tengas
porque ella ya la ha buscado en internet y tiene una respuesta. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Incluso es capaz de contradecir lo
que tu ginecóloga o tu matrona te van explicando. Todo con su mejor sonrisa y
con una tozudez exasperante, tanto que delante de ese perfil de primeriza tú
nunca tienes una mala cara, no te duele nada, preocupaciones… ¿qué es eso? Tu
embarazo roza la perfección y si logras que no te pregunte tú tampoco lo haces.
Es fundamental no aparentar debilidad cuando estas opinadoras están cerca. Tu
salud mental, tu paciencia, tu tranquilidad y la de ese pequeñito ser que viene
en tu vientre están en juego. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">En este caso son entrenadoras
expertas, manipuladoras, acosadoras y capaces de centrar la conversación de
múltiples personas en un solo tema: el embarazo. Que no estás embarazad@ y el
tema te la trae al pairo pues te aguantas; que eres una primeriza saturada pues
va en el cargo, toca aguantar y poner buena cara o cantarle las cuarenta y
cortar de raíz la relación que tengas con ella. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Después de cinco meses de embarazo
cada vez veo más cerca el final del partido, noventa minutos y tal vez
prórroga. El encuentro está siendo intenso pero tremendamente bonito. No hay
contratiempos físicos, más allá de los cambios normales. Muy activa pero
disfrutando cada minuto. Expectante porque el árbitro pite el final pero con
total calma, como la que te otorga una buena clase de yoga o vivir las cosas
con sentido común. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;">Los entrenadores maternales
aportando pero sin estresar. De las opinadoras y sus tópicos… hasta la
coronilla. </span><span style="font-family: Arial;"><o:p></o:p></span></span><br />
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span lang="ES" style="font-size: 14pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span lang="ES"><span style="font-size: 19px; line-height: 21px;"><a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-31950717394287747632013-02-04T02:51:00.000-08:002013-02-04T02:51:00.183-08:00Baby Shower a la española...<b>2 de febrero de 2013</b><br />
<br />
Algunas fotos para no olvidar esa pedazo ducha de bebés con que te agasajaron tus "titos" a dos meses de nacer...<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSHelmfpTAuben2gOjrG1cMpc_qV6Onk2UuJ6UXQ0NQ8Yg72GM7jmgPP0V4C7HGUWk9oPRcyBSSeow5i996G6IUjbuUbswCwkvT0NPeS1QE7t7IZisq8B-fNKkkA3HOpInbt8CSA3c75A/s1600/IMG-20130202-WA003.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSHelmfpTAuben2gOjrG1cMpc_qV6Onk2UuJ6UXQ0NQ8Yg72GM7jmgPP0V4C7HGUWk9oPRcyBSSeow5i996G6IUjbuUbswCwkvT0NPeS1QE7t7IZisq8B-fNKkkA3HOpInbt8CSA3c75A/s400/IMG-20130202-WA003.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9gXT_D5_ReYG5s0FnoCpxL9T0uVjL0TL9LWLRMGl0mLD8Oz75tmmMsNmXn4IR6i_pA-iMjOHPcEVHXR7LOhyphenhyphenCigDnd1u47xh5lRsKoWeHcqhRUncDy1RPGEwz7aEwohqZwByYML4myNI/s1600/IMG-20130202-WA005.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9gXT_D5_ReYG5s0FnoCpxL9T0uVjL0TL9LWLRMGl0mLD8Oz75tmmMsNmXn4IR6i_pA-iMjOHPcEVHXR7LOhyphenhyphenCigDnd1u47xh5lRsKoWeHcqhRUncDy1RPGEwz7aEwohqZwByYML4myNI/s400/IMG-20130202-WA005.jpg" width="400" /></a></div>
¡¡¡Gracias a todos!!!<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<div style="text-align: right;">
<br /></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLsIUFAFwSgQsR28l1Ltbuvn8kuEk1zmuTwfNJJc5H6VUoVIUjKvQadCbj_aDBOGAJD2FlJGVfoQQx8zsRy-9lJrHCMItMkjlZOBOKP3OVr23DArh-CoeQ86aEryBndOuMFtCrg0lqMhE/s1600/IMG-20130202-WA006+(1).jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLsIUFAFwSgQsR28l1Ltbuvn8kuEk1zmuTwfNJJc5H6VUoVIUjKvQadCbj_aDBOGAJD2FlJGVfoQQx8zsRy-9lJrHCMItMkjlZOBOKP3OVr23DArh-CoeQ86aEryBndOuMFtCrg0lqMhE/s400/IMG-20130202-WA006+(1).jpg" width="400" /></a></div>
Un mundo por descubrir....<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAr5cTP3eVkq8th0tOdeAUBPJ2d_Zdimv5SxqAMTsGqb7Wfak8Uew_satLPrOqH_bbwYJLUZMDrVCDsRcdyp86xgiSDLnzmkg6f7VD0Q9Ms2sawOCZcs_qbyNqnqDIQLywXdmhufcFFkU/s1600/IMG-20130202-00054.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjAr5cTP3eVkq8th0tOdeAUBPJ2d_Zdimv5SxqAMTsGqb7Wfak8Uew_satLPrOqH_bbwYJLUZMDrVCDsRcdyp86xgiSDLnzmkg6f7VD0Q9Ms2sawOCZcs_qbyNqnqDIQLywXdmhufcFFkU/s400/IMG-20130202-00054.jpg" width="400" /></a><br />
En la caja, más sorpresas...<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Y la cervecita, que no falte...<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a><br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-58533541701603235972013-01-30T11:29:00.002-08:002013-01-30T11:32:17.256-08:00Atrapada por El Mal<br />
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHkvLmE-so0PViEnp4Tax4HcfvT9FJUqznjjOITK28Q59J93icccAFEn702u9iV8hsMl9NpWcYpBIkTdyXoyqdaBPA2aId0XQagdWdRWrK3vVREkU4ytObcN9YD5KR-nSNPpUt-66PrtU/s1600/tonta.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgHkvLmE-so0PViEnp4Tax4HcfvT9FJUqznjjOITK28Q59J93icccAFEn702u9iV8hsMl9NpWcYpBIkTdyXoyqdaBPA2aId0XQagdWdRWrK3vVREkU4ytObcN9YD5KR-nSNPpUt-66PrtU/s1600/tonta.png" /></a><span style="font-family: inherit;">Juré y perjuré que a mí no me pasaría. Asumí desde el primer día la posibilidad de sufrir cualquier achaque y pérdida de dignidad gestacional menos esa. Me lo repetí por activa y por pasiva:</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">-No, no, no. De ninguna de las maneras. Eso sí que no. Por ahí no paso. Yo controlo perfectamente, soy joven y activa, le doy diariamente a la croqueta y, por tanto, soy inmune a ese Mal.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">Ilusa de mí. Alma de cántaro. Bendita inocencia. “Wishful Thinking”. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">Llámalo x, llámalo beta, llámalo petazeta. El caso es que, tarde o temprano, “n’importe pas” los sudokus que hagas, lo mucho que leas, escribas o rehagas, los rabos de pasa que ingieras, las partidas de poker o mus que te marques…da igual: <b>El Mal te alcanzará.</b> Y no hay escapatoria así que lo mejor es, llegado el momento, levantar las manos, colocarlas detrás de la nuca, arrodillarte muy despacio y, alto y claro, decir “me entrego a ti, oh grandiosa y todo poderosa Pérdida de Capacidad Intelectual Aguda. Soy toda tuya. Haz de mi tu esclava”. De lo contrario, además de lentitud craneoencefálica, falta de reflejos y amnesia atroz, sufrirás un tremendo ataque de ansiedad y, chica, no merece la pena. Ya bastante tienes con haberte transformado en la hermana gemela de Nemo como para buscarte más líos.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">El primer gran síntoma se personó hará más o menos dos meses. Preparábame yo para el descanso nocturno cuando me percaté de que mi aparato dental no se encontraba en su funda. Automáticamente, pregunté al Estimado pero él no lo había visto. Miré por doquier pero nada. Mientras abría cada caja, armario, armarito y <i>taperware</i> de la casa, <b>mi cabeza se convirtió en un hervidero de culpables</b> entre los que se encontraba cualquier ser humano que había pisado mi hogar en el último mes y medio menos yo, <i>of course. </i></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">Pasaron los días y, habiendo ya desistido en mi afanosa búsqueda del aparto perdido, una tarde cualquiera de piscina deportiva apareció. Allí estaba: en el fondo muy fondo de mi mochila de deporte. Tan mona ella y tan bien colocadita por una futura mamá primeriza que, en pleno proceso de enajenación mental transitoria, <b>había confundido su funda dental con las gafas de buceo.</b></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;"> Y ahí quedo la anécdota hasta que…</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">...Un buen día decidí irme con un amigo a visitar a otra amiga a un sitio lejano llamado Murcia. Mi amigo, muy “apañaíco él”, se encargó de sacar los billetes de tren para los dos. Los compró con tiempo y me avisó con tiempo. “Tal día a tal hora en la estación de Chamartín”. “Ok, ok. Qué ilusión. No veas lo bien que lo vamos a pasar”. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">El día D me presenté en el sitio y a la hora supuestamente indicadas. Confiada, me planté en Atocha con veinte minutos de colchón. Pasó el tiempo y mi amigo no aparecía por ninguna parte así que, a cinco minutos de partir el tren, le llamé airosa. "¿Pero dónde estás?" "Aquí, en la vía 1", respondió. "Pues yo estoy en la vía uno y no te veo". "Pues aquí estoy, como te dije, en la vía 1 de Chamartín". </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="font-family: inherit;">"¿¿¡¡¡CHAMARTÍN??!!! ¡¡¡¡PERO SI ME DIJISTE ATOCHA!!!!" </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
Pero no coló. Cinco e-mails y cincuenta WhatsApp perviven como constatación y puro recochineo ante el hecho irrefutable de que <b>la realidad va por un derrotero que nada tiene que ver con el que, últimamente, escoge mi cabeza. </b></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
Y la cosa, noto yo, lejos de mejorar se dirige hacia el abismo. El Mal ha tomado posesión de la práctica totalidad de mis neuronas. No sé qué estará haciendo con ellas, si jugar a las canicas o devorarlas cual monstruo de las galletas, pero, además de sentirme agotada, ya no sé ni qué hacer para disimular. </div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
En las reuniones, donde proceso aproximadamente una de cada diez palabras, me planto las gafas, sujeto mi barbilla, miro fijamente a los ojos del interlocutor y asiento rítmicamente procurando no articular palabra ni enunciar pregunta alguna que pueda poner al descubierto el gran vacío que llevo dentro. Mi calendario Outlook está a punto de reventar con tanta alarma, puesto que <b>he optado por avisarme de todo por duplicado</b>. Aún así, alguna que otra tarea ha pasado a mejor vida en lo que tarda mi dedo en pinchar el botón de "acpetar", que es básicamente lo que tarda mi cerebro en darle al de "apagar". Incapaz soy ya de leer el periódico, seguir activamente el telediario o concentrarme más de 10 minutos seguidos en cualquier capítulo de cualquier novela fácil...Olvídate de apuntarte a un torneo de Apalabrados, claro. La humillación puede ser fatal. </div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="color: #2a2a2a;"><span style="line-height: 19px;"><b>Dicen que tras el parto recuperas tus capacidades cognitivas</b> casi a la misma velocidad a la que pierdes el pelo. Dicen que todo retorna a su cauce, que El Mal te devuelve las neuronas y que el raciocinio se instala de nuevo en su sitio. </span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="color: #2a2a2a;"><span style="line-height: 19px;">Eso dicen, eso espero y por eso hasta rezo, mira tú. Porque a este paso me veo deambulando por una calle cualquiera de la ciudad sin saber dónde vivo, cuántos años tengo ni por qué leches ando yo embarazada.</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; margin-bottom: 1.35em;">
<span style="color: #2a2a2a;"><span style="line-height: 19px;"><br /></span></span>
<span style="color: #2a2a2a;"><span style="line-height: 19px;"><a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a></span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 1.35em;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-25725852334879836442013-01-24T13:20:00.000-08:002013-01-24T13:20:06.266-08:00¿Cuál es tu Historieta?<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheV1iMRHL1rTOYLFBcOMHxJVjhkOSygM4C4oSMD2HpJkKPunpOg2bYWP0BeyyMfk6hUlQ2ycholneVCHP3ZWBuVroNg_HHDBzJZGM1bNeu2yyt5OzDYMzjV_X75MHrpSMuLMka1aPvnq8/s1600/bloc2.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheV1iMRHL1rTOYLFBcOMHxJVjhkOSygM4C4oSMD2HpJkKPunpOg2bYWP0BeyyMfk6hUlQ2ycholneVCHP3ZWBuVroNg_HHDBzJZGM1bNeu2yyt5OzDYMzjV_X75MHrpSMuLMka1aPvnq8/s200/bloc2.gif" width="200" /></a>Si eres primeriza, si no lo eres ni piensas serlo, si eres secundiza o terceriza y todo esto te viene pequeño, si convives con alguna primeriza y no puedes más, si eres primerizo o te gustaría serlo, si trabajas rodeado/a de ellas y no hay manera de hablar ya ni del tiempo...<b>Cuéntanos tu Historieta. </b><br />
<b><br /></b>
Cansada ya de observarme el ombligo, entre otras cosas porque ya se me ha salido "pafuera" y me da pelín de repelús, quiero conocer y mirar un rato el tuyo. Historietas abre por tanto su blog a entradas ajenas. Menos la falta de respeto, se admite todo. Así que anímate a contarnos tu cuento y a compartirlo con esta nuestra pequeña y bien avenida comunidad.<br />
<br />
Anécdotas, reflexiones, sentimientos, vivencias o convivencias...Cuenta, cuenta. <b>Este es tu foro. Aquí te escuchamos y disfrutamos. </b><br />
<br />
Mándame tu Historieta a través de un mensaje privado a la página de facebook <a href="http://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a> (eso sí, si todavía no lo has hecho, antes debes pinchar en Me gusta) y lo publicaré en el blog.<br />
<br />
¡Te espero!<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-91567183561604224442013-01-16T12:22:00.001-08:002013-01-16T12:23:02.161-08:00Historieta lunática....Querida luna:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt9uNKvsrUsIwVLBn70qcxEscsrimpeISgfduzXeileY9CFLeyVZ83hWasKU3LGgEnI3oNjF2nnxV3dGPtpRgqIjc_HpkJCct-te6lxyIXLTAZqFSNq9lJ_PHe2Wz4Ds1SwWtOZSm17vU/s1600/Character.luna.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt9uNKvsrUsIwVLBn70qcxEscsrimpeISgfduzXeileY9CFLeyVZ83hWasKU3LGgEnI3oNjF2nnxV3dGPtpRgqIjc_HpkJCct-te6lxyIXLTAZqFSNq9lJ_PHe2Wz4Ds1SwWtOZSm17vU/s320/Character.luna.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Me dirijo a ti porque a estas horas somos las únicas despiertas y porque tú, a tus años, lo habrás visto y escuchado todo. Cuente lo que te cuente, dudo que se te levanten las cejas, se te despeine el flequillo o te calces la toga de juez. A lo sumo se te escapará un bostezo y, con un poco de suerte, me mandarás a la cama con una palmadita en el hombro y la bonita certeza de que en unas horas darás paso a un sol reluciente y revitalizador.<br />
<br />
El caso, lunita, es que llevo varias noches sin dormir. No hay manera. Y mira que hago todo lo que dicen los médicos, blogs y manuales para primerizas: tilita después de cenar, ejercicios de respiración para facilitar tanto la relajación como la conexión con el bebé, un cojín entre las piernas y otro debajo del vientre... Me voy a la cama con buenos pensamientos, el pelo liso y los dientes mentolados. Los deberes, como ves, están hechos cada noche a eso de las once.<br />
<br />
Pero hacer bien las cosas no siempre garantiza el éxito y a las once y cuarto en punto empieza la juerga. Vuelta para un lado, vuelta para el otro, ponte boca arriba, cruza las piernas, "ay que me duele la cadera", "ay que el cucufate me ha dado en una costilla", "uy que me hago pis", voy al baño, vuelvo del baño, me tumbo de nuevo, coloco otra vez los cojines, "aaayyy, qué tirón me ha dado en la pierna", estiro los dedos de los pies para aliviar la contractura, me giro a la izquierda... y noto que el Estimado ya empieza a resoplar. Él se levanta a las seis y media. Yo a las siete. No miro el reloj porque prefiero ignorar cuántas horas han corrido desde que empezó mi particular odisea nocturna. <br />
<br />
Al final desisto, me levanto, me arrastro hasta el salón y, horror de los horrores, me pongo a pensar. Sé que no debo porque es un mal vicio que tiende a jugarme horribles pasadas pero a estas horas no televisan ni Friends ni Sexo en Nueva York, así que estoy perdida... Mi cabeza es más rápida que yo y se escapa sin resistencia de mis sanas intenciones.<br />
<br />
Pienso sobre todo en lo que se avecina....Tomo conciencia de que estoy saliendo de una vida para entrar en otra y me doy cuenta de que no me he despedido de lo uno ni, por supuesto, me he preparado para lo otro. Y me entran el pánico y la emoción por el mismo canal, así que mi ritmo cardiaco se acelera y, definitivamente, me despido del sueño una noche más. Total, poco voy a dormir a partir del mes de abril así que me lo tomo como un entrenamiento intensivo.<br />
<br />
El motor, pues, se ha puesto en marcha y empieza a echar humo hasta que La Pregunta, la Gran Pregunta, vuelve, machacona, una y otra vez. <br />
<br />
-¡Vete! ¡Que me dejes he dicho! Estoy contando ovejas y no tengo tiempo para tus tonterías. <br />
<br />
Pero La Pregunta es omnipresente, todopoderosa e inespantable. No da tregua y aprovecha la debilidad que provoca el insomnio para acorralarte y abalanzarse sobre ti. Y muy despacio, ojos inyectados en sangre, por fin, lo suelta: "¿¿SEEERÁS BUEENAAA MAAADREEE??"<br />
<br />
Tramposa La Pregunta, ¿eh? Conmigo, por lo menos, consigue el efecto deseado: bloqueo mental, sudoración fría, taquicardia, palidez y sequedad bucal. Y es que odio no saber responder airosa a cualquier cuestión que se me plantee. En mi curro, lunita, las preguntas las hago yo. Esto me pilla con el pie cambiado.<br />
<br />
Lo cierto, entre nosotras, es que no lo sé. Ni pajorera idea, vamos. No tengo claro siquiera si en 33 años he conseguido ser buena hija, buena hermana, buena amiga, buena empleada o buena vecina. Pero lo más grave es que tampoco sé lo que es ser buena madre...No me lo he estudiado, lo reconozco. Siempre he dado por hecho que una madre es buena porque sí y punto. Básicamente, sin ser consciente de ello, he vivido bajo la creencia de que una madre nace y muere madre, igual que una abuela es siempre abuela, el portero jamás se ha movido de su sitio, el médico de cabecera será siempre de la familia y casi nada ha sido nunca de otra manera. Cada uno representa el papel que le han dado al entrar en esta vida y todos tan contentos. <br />
<br />
Pero no. Qué va. Para nada. Ilusa de mí. En nueve meses he de convertirme en algo que nunca he sido y encima lo tengo que hacer bien. Con lo fácil que era opinar sobre cómo educa el personal a sus churumbeles, ahora tengo que someterme yo al Tribnal Penal Popular de las Malas-Madres: esa, oh, tan necesaria y productiva opinión generalizada del mundo mundial. Si ya nos viene de serie opinar acerca de cualquier tema que traiga el viento, cuando se trata de embarazo o maternidad, la cosa se pone seria. Con decirte que todavía no he parido y ya se me adelantan los críticos...<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3SqMyAaarZGkOtdBKW_uWVOtvrzly70Jt2tTuaP7OYcDVyBrJ2mYXU_ZL3h7rNjMs3cI-gkzsAv82gIXyyImbfqcNfqvNcEeHlgd4xA6R3jULH-iWsf3LDjQB2vjOisSVkGvKbQwugM4/s1600/acusar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3SqMyAaarZGkOtdBKW_uWVOtvrzly70Jt2tTuaP7OYcDVyBrJ2mYXU_ZL3h7rNjMs3cI-gkzsAv82gIXyyImbfqcNfqvNcEeHlgd4xA6R3jULH-iWsf3LDjQB2vjOisSVkGvKbQwugM4/s1600/acusar.jpg" /></a>-Ah, que das a luz en la clínica Menéndez? Buf! Pues ten cuidado, que allí las matronas son malas malísimas y te hacen sufrir mucho. Además, no son especialistas en cuidados infantiles. <br />
-Gracias, amiga, me voy al paritorio mucho más tranquila. <br />
<br />
-¿¿¿Vas a darle el pecho, vas a darle el pecho, vas a darle el pecho???? ¿¿Eh?? ¿¿¿Que NO vas a darle el PEECHOOO??? <br />
-Pues es que no lo sé. Creo que sí, pero no lo he decidido del todo. Si no lo hago, prometo llamarte todos los días, 4 veces, para rezarte al oído tres padres nuestros y siete ave maría purísimas..<br />
<br />
-Tienes que conseguir que tu hija sea maja y muy sociable, ¿eh? Toma nota. Es muy importante. Debes asegurarte de que se relacione mucho con la gente desde el principio para que se acostumbre a estar con los demás.<br />
-Claro, claro. <em>Of course</em>. Me la llevaré de copas todos los fines de semana a partir de la cuarentena. Lo prometo. Si no cumplo, te dejo que me des una buena y merecida paliza el último jueves de cada mes. <br />
<br />
-Espero que no seas de esas madres que sólo saben hablar de hijos y de pañales...<br />
-¿¿¿Yooooo???? Ah no, no, no...Para nada... Pienso hacerme un máster en trigonometría y otro en economía aplicada durante mi baja maternal para que mi conversación te resulte siempre sesuda e innovadora. Antes muerta que sencillamente madre. <br />
<br />
Reconozcámoslo. Todos, aunque sea en mitad de algún terrible desliz, hemos opinado de forma abierta y totalmente gratuita sobre cómo afronta el prójimo la reproducción y consiguiente cuidado de su camada. Reconozcamos también que mola. Mientras los unos se reproducen y pelean consigo mismos y medio mundo por conseguir el título de buenos padres, los otros nos entregamos al consagrado arte de opinar y poner nota.<br />
<br />
Lo que pasa, luna, es que, visto desde el otro lado, caigo en la cuenta de que existe un enorme desequilibrio entre el opinador y el opinado. El opinador suelta el paquete, se da media vuelta y regresa a Opinalandia en busca de su siguiente opinión. Pero el opinado...Ay de él o de ella como encima esté atormentada cada madrugada por La Pregunta. Se pasará horas y horas buscando y rebuscando La Respuesta...Y si no consigue desistir, volver a la cama, abrazar a su Estimado y asumir que se pasará la vida siendo bueno/a o malo/a según el día o los ojos que observen, enloquecerá.<br />
<br />
Veo salir los primeros rayos de luz. Casi que desisto, me entrego, vuelvo al catre, abrazo al Estimado y lo asumo: el título que se lo den a otra.<br />
<br />
<br />
<a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a><br />
<br />
<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-84507836175173369202013-01-08T12:16:00.000-08:002013-01-09T05:42:00.872-08:00En positivo....<br />
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYsK733e4XBsRf4O0D9OjG9NMT-1KzCSCbRiu1IYs4rzKahbYNWiBKmS8M5jSSsTLTpt_2xQwz9vlcnPTTCluDw5_6ZucIHx9i8npMWnJ-DVtziXvjY8rEUc_CNYQi2oyYsZmi3mY_mFg/s1600/IMG-20121225-00020.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; color: #2a2a2a; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="283" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYsK733e4XBsRf4O0D9OjG9NMT-1KzCSCbRiu1IYs4rzKahbYNWiBKmS8M5jSSsTLTpt_2xQwz9vlcnPTTCluDw5_6ZucIHx9i8npMWnJ-DVtziXvjY8rEUc_CNYQi2oyYsZmi3mY_mFg/s320/IMG-20121225-00020.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a;">Iniciado ya el tercer y último trimestre del embarazo, y cubierto con creces el cupo de historietas negativas, ha llegado la hora de recapacitar y hacer un pequeño desglose de las bondades de este estado mío de preñamiento total. Que haber cosas buenas haylas y no quiero ser yo quien, con mi insaciable “quejiqueira”, desanime a tantas y tantas almas cándidas dispuestas a traer </span>más<span style="color: #1f497d;"> </span><span style="color: #2a2a2a;">vida a nuestro planeta.</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Veamos si soy capaz de enumerar algunas de las cosas más bonitas del embarazo. Allá voy:</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a;">·</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span>Empezando por lo más obvio e importante: <b>estás alojando <span style="color: #2a2a2a;">vida</span></b><span style="color: #2a2a2a;">. Esto, que así puesto suena un poco cursi, genera un estado de semi</span><span style="color: #1f497d;"> </span><span style="color: #2a2a2a;">endiosamiento y felicidad constantes. Nada te puede, nada te supera, nada duele lo suficiente como para decir “no aguanto más”. Tampoco es cierto aquello de que cuando mejor está una mujer es embarazada. De eso nada. </span><span style="color: black;">C</span><span style="color: #2a2a2a;">uando mejor está una mujer es tumbada al solete con un buen tinto de verano y todas sus carnes y órganos vitales colocados perfectamente en su sitio. Ahora bien, lo que sí es verdad es que, si no es en estado de buena esperanza, jamás soportarías con tanta alegría y orgullo acontecimientos hasta ahora inauditos como la aparición de varices, el encogimiento estomacal, la falta de oxígeno, la hinchazón de p</span><span style="color: black;">ies</span><span style="color: #2a2a2a;">, la privación de sueño, el estreñimiento crónico, la acidez….</span><span style="color: black;">Y </span><span style="color: #2a2a2a;">ya no entro en más detalles porque empiezo a resultarme desagradable. El caso es que todo ello (y alguna cosa más) te ocurre “tójunto” y de golpe pero a ti no te importa porque tú tienes un cucufate dentro que se está convirtiendo, poquito a poco, en el cucufate más rebonito de cuantos cucufates han poblado este mundo.</span></span></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a;">·</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span><span style="color: #2a2a2a;">Sacas a relucir </span><b style="color: #2a2a2a;">lo mejor de la gente</b><span style="color: #2a2a2a;">. Salvo casos excepcionales, por lo general relacionados con patologías graves de amargamiento crónico, todo el mundo te trata muy bien y te ve muy guapa. Con sólo pasearte por ahí y sonreír un par de veces, consigues que hasta el más introspectivo, anti-social y anti-naturaleza humana, eche mano de su pequeña caja de ternura y te la entregue envuelta en un lazo rosa todita para ti. Si no te ceden la silla, te cae un piropo o, como poco, una sonrisa auténtica. Es simpatía de 24 quilates así que aprovéchala porque, desgraciadamente, ésta se desmenuza en cuanto el cucufate ve la primera luz del día. Es como si toda tú fueses un hechizo andante y arrancases el gran sentimiento del amor allá por dón</span>de respiras. Siempre he pensado que si el mundo estuviese formado por embarazadas y niños, otro gallo mucho más hermoso y majo nos cantaría.</span></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: inherit;">·<span style="font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span><b>El trabajo ya no es</b>, ni muchísimo menos, <b>lo más importante</b>. De repente te das cuenta de que lo único preocupante del trabajo es dejar de tenerlo. Por lo demás, se acabó. Por fin te has deshecho de esa relación tormentosa, dependiente y excesivamente pasional con el mundo laboral. Te da igual casi todo. Te da igual que tu jefe no te salude cuando pasa por delante de tus pestañas, que no se digne a preguntarte cómo estás de lo tuyo, que de repente te hayan colocado en una esquinita sin luz o que te roben la voz. Te da igual que ya no te inviten a las reuniones, que te degraden <i>de facto</i> o que hagan lo imposible por frenar ese cambio de puesto que tanto soñaste. Total, sólo es un poco de <i>mobbing</i> y tú puedes con eso y con muchísimo más porque tú sí sabes lo que es importante y entiendes, por fin, dónde deben canalizarse los esfuerzos vitales. Ni siquiera les guardas rencor. Lo único que te preguntas es por qué no lo has podido ver así hasta hoy y si tantas horas de insomnio, tantas lágrimas derramadas y tanta insatisfacción han servido para algo más que poner la cabeza de tus más queridos seres como un tambor rojo.</span></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKAQlIwV4vwyj_iAcz9K8m1VumZHROlZkfGFTmBV0aVpwjsbenRx3Yrs6nZJRCC4rG0liyRdtCQFYOrm4B21TP6WhIgfyMLhAgcfevvujBOZDCwdNKaur75_EiJUMSTMm8_eRb_pZ4VoU/s1600/IMG-20130106-WA000.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKAQlIwV4vwyj_iAcz9K8m1VumZHROlZkfGFTmBV0aVpwjsbenRx3Yrs6nZJRCC4rG0liyRdtCQFYOrm4B21TP6WhIgfyMLhAgcfevvujBOZDCwdNKaur75_EiJUMSTMm8_eRb_pZ4VoU/s320/IMG-20130106-WA000.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="ecxMsoListParagraph" style="background-color: white; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt; margin-left: 36pt; margin-right: 0cm; text-indent: -18pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a;">·</span><span style="color: #2a2a2a; font-size: 7pt; line-height: normal;"> </span><b style="color: #2a2a2a;">Tu madre</b><span style="color: #2a2a2a;"> te llama casi a diario y </span><b style="color: #2a2a2a;">tu padre</b><span style="color: #2a2a2a;"> pinta la habitación del cucufate. Y no son llamadas de las de “¿¿¿qué pasa??? ¿¿¿dónde estás???? </span><i style="color: #2a2a2a;">Siesque</i><span style="color: #2a2a2a;"> no coges nunca el teléfono…No sé para qué tienes el móvil… No sabemos nada de ti!!!”. No, no, no. Se trata siempre de una llamada amorosa, llena de afecto y sin rastro de reproche. Una llamada de pre-abuela que, a falta aún de nieta a quien bañar en su almíbar, practica contigo-a quien de pequeña jamás permitió un atracón de dulces, una subida de tono, una mala nota o una ñoñería-el ansiado arte de malcriar en exceso. Mientras tanto, el pre-abuelo, acostumbrado a décadas </span><span style="color: black;">de dar órdenes</span><span style="color: #2a2a2a;"> a diestro y siniestro, desempolva sus habilidades de albañil, se planta el mono azul y la gorra de pintor y, durante una semana</span><span style="color: black;"> a</span><span style="color: #1f497d;"> </span>jornada completa, se entrega en cuerpo y alma a embellecer la habitación de la que será su primera nieta. Si existe un gesto más precioso que este, que alguien baje y me lo enseñe. Yo, a día de hoy, no lo he encontrado.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="color: #2a2a2a;">Y aquí me planto por ahora…Cada experiencia es un tesoro y estos son los que yo puedo ofrecer. Los que me viven a diario saben que no soy </span><i style="color: #2a2a2a;">fan number one</i><span style="color: #2a2a2a;"> del embarazo; que me estoy topando con una serie de inconvenientes físicos y psicológicos inesperados (seguramente, por falta de información); que no creo en el idilio del preñamiento; que cuento los días para que finalice este secuestro temporal</span><span style="color: #1f497d;"> </span><span style="color: black;">de mi cuerpo</span><span style="color: #2a2a2a;"> y que ardo en deseos de que mi niña esté ya con nosotros. Pero también es cierto que no cambiaría esta experiencia por nada</span><span style="color: #2a2a2a;"> y que, de todos los sufrimientos que he tenido en la vida (afortunadamente, no muchos) éste es el único que repetiría</span> con mucho gusto.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-55474218610354258482012-12-21T04:27:00.000-08:002012-12-30T11:08:18.241-08:00Reacciones inesperadas...<div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt;">
<a href="http://t3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR3gkjdvRnjPmXn3z8A8WVCt87dLqVKnQQETpRb8-SG2ikQRKyP-202suWNhQ" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="176" id="il_fi" src="http://t3.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcR3gkjdvRnjPmXn3z8A8WVCt87dLqVKnQQETpRb8-SG2ikQRKyP-202suWNhQ" style="padding-bottom: 8px; padding-right: 8px; padding-top: 8px;" width="140" /></a><span style="font-family: Calibri;">S</span><span style="font-family: inherit;">i crees que tu entorno oficinístico ya no puede sorprenderte; si das por hecho que Cámera Café es el parte del NO-DO en comparación con tus vivencias diarias en el entorno laboral; si la última vez que no diste crédito a algún comentario de algún co-trabajador juraste y perjuraste que ya nada de lo que escuches o veas podrá ponerte los pelos como escarpias, haz la prueba y anuncia en la oficina que estás embarazada. Hazlo, hazlo. Verás cómo, efectivamente, la ficción se queda insulsa, ñoña y aburrida en comparación con la realidad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">A continuación paso a transcribir textualmente, y sin una sola gota de exageración, algunas reacciones espontáneas y directas que he presenciado a lo largo de los últimos meses al anunciar en el trabajo mi actual estado de buena esperanza. Como el anuncio es siempre el mismo o similar, o sea: “Fulano/Mengana, estoy embarazada”, me remito a reflejar solamente las respuestas más sorprendentes recibidas hasta la fecha:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción A</b>: “¡Anda! Ya decía yo que te notaba algo raro en la cara”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción B:</b> “Pues ten cuidado. Con el embarazo se te caen muchas cosas, incluidos los dientes”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sí, sí. Esa cara que estás poniendo tú, estimado lector, es la misma que se me quedó a mí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción C</b>: “¿Cuándo das a luz? ¿En abril? Pues vaya vacaciones te vas a pegar, eh?”. Aquí abro un buen paréntesis para disculparme públicamente con esta persona por tratar con tanta saña su, cuanto menos, inapropiado comentario. Es la segunda vez que lo destaco en el blog de Historietas, pese a sus reiteradas explicaciones y peticiones de perdón. Su calidad humana es de las mejores que conozco y la recién mencionada metedurilla de pata está más que superada. Pero reconozcamos, estimado compi, que tu ocurrencia merece su debido espacio en el capítulo de hoy. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción D: </b>“Sí, ahora que lo dices, se te nota. Sobre todo a lo ancho”. El creador de esta grandiosa frase no es de mi actual oficina sino de una del pasado. De hecho, más que un ex compañero, se trata de un estimado y fiel amigo con quien seguramente comparta en pocos días las uvas que darán lugar al nuevo año. Si con la "campaná número 12" siente un repentino e intenso dolor en la espinilla, ruego aguante estoicamente el merecido embiste y deje correr un tupido velo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción E: </b>“¿Sí? Entonces tú te casaste embarazada, ¿no?” Por más que busco y rebusco, no encuentro comentario alguno a esta frase. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reacción F</b> (sin duda, mi favorita)<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">: </b>“¡Hombreee! ¡Enhorabueenaaaa! ¿Pero ha sido por el conducto habitual?” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">-------------------------------------------------------------------------------------------------------------<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Embarazadas, lactantes y madres del mundo: ¿Alguna reacción surrealista que compartir? O es que soy yo, que atraigo la sinceridad extrema…</span><span style="font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-18791439315014811732012-12-15T01:19:00.001-08:002012-12-15T01:19:53.314-08:00Regalito sorpresa en el correo...¡Gracias Tito Dani!<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxH-bzWumQd-HJEO7JkJUXLKEgHAUGEnSW8pT0ZzHRbxI6wblFQs-Y72ieLktItqPJf0od3KHAgyQHiQ_Zf1u9DH-dkXo6AomQnUPMMynQIlALXXMcYgoSe_PafFscuRtVprp36WJAzKA/s1600/IMG-20121214-00016.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxH-bzWumQd-HJEO7JkJUXLKEgHAUGEnSW8pT0ZzHRbxI6wblFQs-Y72ieLktItqPJf0od3KHAgyQHiQ_Zf1u9DH-dkXo6AomQnUPMMynQIlALXXMcYgoSe_PafFscuRtVprp36WJAzKA/s320/IMG-20121214-00016.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibsBx9wgtGS3_mfDkbPeMZzEn_M-_MFk_iUmPFM8r0MHwZi3wSzViDkgmd0j-b3aTtiqkJwjNHIjhKY5oFzy1B4Kgei9jwAhqlw9BCVyykhaLU14UVh419kpJtwlXTnBRzbj_grC-jfSk/s1600/IMG-20121214-00019.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEibsBx9wgtGS3_mfDkbPeMZzEn_M-_MFk_iUmPFM8r0MHwZi3wSzViDkgmd0j-b3aTtiqkJwjNHIjhKY5oFzy1B4Kgei9jwAhqlw9BCVyykhaLU14UVh419kpJtwlXTnBRzbj_grC-jfSk/s320/IMG-20121214-00019.jpg" width="320" /></a></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-62074243733350734462012-12-04T11:30:00.000-08:002012-12-04T11:30:14.075-08:00El sexo del cucufate...Hoy, 4 de diciembre de 2012, hemos conocido que nuestro cucufate es una niña.<br />
Qué emoción más grande y qué gusto poder decir: ¡¡¡LO SABÍA!!! ;) ;) ;)<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju9YNmAaD1dah1WTVBjp6esYzHL0bgssJlgkLhFQZ8JjNkA0oLCI5-3ptPRNlBRF5nrwGKaDnZycW3KlnV9Hj_pTcbXoBM8CnZTKxjp7lIpC0blNpMOjViYDfDEORfOaZWoOxLIcbZiEc/s1600/bebe-nina-t16202.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEju9YNmAaD1dah1WTVBjp6esYzHL0bgssJlgkLhFQZ8JjNkA0oLCI5-3ptPRNlBRF5nrwGKaDnZycW3KlnV9Hj_pTcbXoBM8CnZTKxjp7lIpC0blNpMOjViYDfDEORfOaZWoOxLIcbZiEc/s320/bebe-nina-t16202.jpg" width="185" /></a>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-26602596491681691232012-12-02T10:40:00.002-08:002012-12-02T10:40:14.363-08:00Casi todo a pachas....<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix4aeuX-eMRxhzDVURidKHQZZMqG2Av_8zL0qAKJY5wOALwZQ22lVGfZhiQE9TYF2bFXTqCvzjpOFSpd00iLxZnKL-wW8-fJPZlvjDkzG6rjJzmligVEjuT-9VNZeP_iGoJYMXy9lFoJA/s1600/embarazadasparaimprimir2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEix4aeuX-eMRxhzDVURidKHQZZMqG2Av_8zL0qAKJY5wOALwZQ22lVGfZhiQE9TYF2bFXTqCvzjpOFSpd00iLxZnKL-wW8-fJPZlvjDkzG6rjJzmligVEjuT-9VNZeP_iGoJYMXy9lFoJA/s320/embarazadasparaimprimir2.jpg" width="225" /></a><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-family: inherit; line-height: 19px;">De unos años a esta parte, se ha colado en la gramática de los modernos-modernísimos la primera persona del plural en lo que a embarazo se refiere. Ya no es “mi señora está embarazada”, ni “hola, me llamo Mari y estoy embarazada”, sino “ESTAMOS EMBARAZADOS”. A lo grande y por duplicado. <i>Tomayá</i>. </span><br />
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px;"><br /></span>
<span style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px;">Llámenlo obsesión, neurosis galopante, egocentrismo atroz o deformación profesional pero cada vez que tropiezo con esa frase me da un ataque de tos, se me aceleran las pulsaciones, me sube la bilirrubina y me pica la nariz. Ya ven, cada uno reacciona al estupor como buenamente lo procesa su cuerpo humano. </span></span><br />
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Pero muuuucho peor es cuando me oigo a mí misma comunicar al prójimo semejante falacia y aberración de la naturaleza humana. Porque sí, lo reconozco, soy víctima reincidente de la deformación lingüística que, con cada vez mayor frecuencia, nos contagia esa interpretación distorsionada de La Igualdad y, más de una vez o dos, me he paseado toda chula por la oficina anunciando que Estimado y yo estamos embarazados. Pero, claro, en cuanto llegan esos momentos tan preciosos, entrañables y románticos en los que me veo glamurosamente reclinada sobre el váter soltando todo lo soltable mientras él se zampa un codillo con patatas, me pongo firme y decido abrazar la realidad. En cuanto las náuseas tienen el detalle de darme cinco minutillos de respiro, me levanto, me atuso un poco el pelo, me giro y, bien alto y claro, lo suelto: “PERDONA, PERO AQUÍ LA ÚNICA EMBARAZADA SOY YO. Y PUNTO.”</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Nos guste o no, esto es así. Hay aspectos de la vida en los que, salvo mutación genética tras siglos de evolución, nunca seremos iguales. Del mismo modo que ellos disponen de miembro y nosotras, por más que se empeñen algunas intelectuales de reconocido prestigio internacional, jamás tendremos “miembra”, ellos no están ni estarán embarazados. Requete-NO al cuadrado. Y aunque está <i>super guay</i> decirlo y suena <i>chick</i> de la muerte, se trata, no solo de un atentado contra la verdad, sino de una falta de respeto a quienes sí hacen las veces de albergue andante, cantante y sonante durante tres cuartos de año.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Cuando empezamos a anunciar que estábamos esperando un cucufate, la reacción más común era: “¡Olé! Menuda puntería tiene el Estimado. Todo un francotirador, eh?” Ni una sola mención a la calidad, fondo y forma de mis ovocitos, ni al ambiente acogedor de mi útero. Todo el mérito, claro está, para el fecundador. Total, la persona fecundada, con estarse quietecita para que no se mueva la diana vale… Así que, si ustedes me lo permiten, el tanto del embarazo me lo apunto yo. Y que conste que lo digo sin resquemor, desde el máximo cariño a los fecundadores del planeta y sin rastro alguno de reivindicación feminista. En eso no soy nada sospechosa.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Tengo un amigo, con autoestima para dar, tomar y regalar, que lo dice con total sinceridad: “si los hombres tuviésemos que pasar por un embarazo, yo adoptaba ”. También jura y perjura que, el día que su mujer dé a luz, él seguirá muy atento la evolución del parto desde la salita de espera, leyendo el Marca y tomándose un Kit-Kat detrás de otro. Tal cual y sin complejos. A este amiguito mío de la infancia, a quien desde aquí mando un cordial saludo, nunca le oirás decir “estamos embarazados”.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; line-height: 19px; margin-bottom: 0.0001pt;">
</div>
<div class="ecxMsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Otro amigo nuestro asegura que, salvo por lo del parto, le encantaría estar embarazado por aquello de que le hiciesen mucho caso. Este amigo, a quien envío otro fuerte abrazo y agradezco su fidelidad al blog, vive en un país cercano pero con poco sol y, sinceramente, creo que la escasez de vitamina D le está pasando factura…</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Conste que en estos nuevos tiempos que corren los señores fecundadores están muy colaboradores y se solidarizan <i>in extremis</i> con sus queridas fecundadas. El mío mismamente llegó a sufrir algún que otro episodio de náuseas matutinas y, de cuando en cuando, se pone tibio a cervezas con el único objetivo de que su panza se iguale a la mía y no desentone tanto la cosa cuando paseamos juntos por la calle. Reconozcan que es todo un detalle.</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;">Y cuando nazca la criatura retomaremos, D.M., la primera persona del plural. Todo a pachas. Ambos seremos los padres, le querremos, nos desesperaremos, tendrá nuestros genes, le daremos de comer, le llevaremos al cole, le cambiaremos los pañales, le daremos la te..Ah no, eso tampoco se puede pluralizar. Bueno, ustedes me entienden. Juntitos los dos podremos decirle "Cucufate nuestro, hay que ver lo que te queremos con la guerra que nos das"... Ahora bien, el "¡Con lo que yo sufrí para traerte a este mundo!"...Esa frase me la pido yo. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="font-size: 11pt; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-19112544350552190832012-11-20T10:03:00.000-08:002012-11-21T11:29:11.199-08:00El primer regalo...<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBGf4i_28fi0qH-UcqIoQ__XB8hCJ2BKzEExt_VRS_JRvIINuEicmxwXwBd0zt2N931ZTMUHIeSTWVBoY_WcIHqnrCICUY_X9-D3SkpttvGrUo8r0LsTFK2Wes2c6l38Srm2MNPvA5k-Y/s1600/CIMG3121.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; display: inline !important; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBGf4i_28fi0qH-UcqIoQ__XB8hCJ2BKzEExt_VRS_JRvIINuEicmxwXwBd0zt2N931ZTMUHIeSTWVBoY_WcIHqnrCICUY_X9-D3SkpttvGrUo8r0LsTFK2Wes2c6l38Srm2MNPvA5k-Y/s320/CIMG3121.JPG" width="320" /></a>Al principio del embarazo sólo hay dos cosas que te permiten sentir que verdaderamente portas a otro ser humano dentro de ti: el primer latido y el primer regalo. El primer latido, que ya ha sido descrito al inicio de este blog, es la vida en forma de música que llevas dentro. El primer regalo es un álbum sin fotos de tu pequeño cucufate; un enorme futuro en blanco preparadito para construir…<br />
<br />
Y ese primer regalo llegó, como no podía ser de otra manera, de la mano de Tita-Inés.<br />
<br />
Antes de pasar a describir el obsequio, abro un paréntesis para presentar al personaje en cuestión. Tita-Inés es mucha tita y es mucha Inés: “mu” tremenda toda ella. Es imposible ocultarle nada. Te conoce tanto que ya puedes estar en el Tíbet, conversando tranquilamente con el Sr. Lama sobre la refundación de las dinastías Yuan y Ching, que ella, a unos cuantos miles de kilómetros de distancia, sabe si tienes fiebre, te apetece un tinto de verano o te aprieta demasiado el pantalón. Da un poco de “yuyu”, sí, pero también mucha tranquilidad porque, en caso de agresión o asalto en un callejón oscuro de cualquier sitio del mundo, tienes la certeza absoluta de que estará llamando a la policía <i>ipso facto</i> en busca de ayuda.<br />
<br />
Otro aspecto algo <i>friki</i> de esta nuestra Tita es que luce cuatro brazos y, doy fé, es capaz de utilizarlos todos al mismo tiempo. Mientras con uno está preparando una lubina al horno, con otro emulsiona la crema de calabaza y todavía le quedan otros dos para pintarse las uñas de los pies y mandar un “guasa” a toda su lista de contactos. Si, además, en ese justo instante la llamas por teléfono para contarle con pelos y señales tus últimas 12 horas del día, no hay problema. Ella se coloca el pinganillo y le da al botón de “prestar atención a amiga el tiempo que haga falta”...<br />
<br />
Y ten siempre muy clara una cosa: lo que tú le digas va a misa. Da igual que le cuentes que a tu perro le ha dado por cantar una saeta todas las noches que, si tú se lo aseguras, ella es capaz de apostar su casa a que es cierto. Lealtad de amiga ante todo. Porque… ¿qué es la verdad sino lo que ven los ojos de quienes más quieres? Tita-Inés tampoco es de las que presienten que el cucufate sea niña, para nada. Desde el principio habló en masculino. Pero como tú le has dicho que crees que es nena, no hay más que hablar: le ha faltado tiempo para salir corriendo a comprarle un vestidito rosa.<br />
<br />
Es imposible no quererla. Si todavía no lo has hecho, pon una Tita-Inés en tu vida. Yo ya no me imagino la mía sin ella...<br />
<br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiWjLV34oU1JtYzwtzB9iYNvgEMeSYT1N3pAglSOiEzWRvbEsL88bHBOVDkrmV1JTZzrjWzR7i9QMArm2Y1oq7KQmIFL_AdToRa3Ljz-_fmkhDs5c4yoD7oAxhB0bz4zXd2VFwe6TNsLQ/s1600/CIMG3114.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="255" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiWjLV34oU1JtYzwtzB9iYNvgEMeSYT1N3pAglSOiEzWRvbEsL88bHBOVDkrmV1JTZzrjWzR7i9QMArm2Y1oq7KQmIFL_AdToRa3Ljz-_fmkhDs5c4yoD7oAxhB0bz4zXd2VFwe6TNsLQ/s320/CIMG3114.JPG" width="320" /></a>Dicho esto, a nadie le extrañará que Tita-Inés supo que yo estaba embarazada antes que yo y, cuando las cosas se tornaron un poco feas y la sombra de la duda vino a visitarnos, su sonrisa secó mis lágrimas porque ella sabía que, aunque yo no lo supiese, todo iba a salir bien. Y para demostrarlo hizo entrega al cucufate de su primer regalo: un libro verde, precioso, titulado “El libro del bebé”. Desde la primera ecografía, hasta la caída del primer diente, este libro abre un universo de inmensas y variadas posibilidades sobre el futuro de Cucufate. ¿Cómo se llamará? ¿De qué color tendrá el pelo? ¿Cuál será su primera palabra? (“mamá”, espero). ¿Dónde dará su primer paso? ¿Cómo será su sonrisa? ¿Y sus ataques de ira? ¿Dormirá bien por las noches? ¿Se comerá las lentejas? ¿Se le dará bien el "inglé"? Infinidad de preguntas sin resolver pero con todo el espacio del mundo para ir rellenando en ese precioso libro verde. El futuro hecho presente, o el presente hecho futuro, cualquiera de los dos vale porque lo importante es saber que está. Que sí hay cucufate y que le queda todo por hacer. <br />
<br />
Entonces, en ese momento y por segunda vez, te lo crees. Aunque no sientas todavía las primeras pataditas y lo único que te recuerde a embarazo sea el insoportable olor de tu nevera, ese primer regalo te da permiso para navegar mentalmente en lo que está por venir. Lo visualizas, te sonríes, te emocionas e imaginas…Hasta que vuelves otra vez a abrir la nevera y la hormona te trastoca la ilusión. Pero como el “Libro del bebé”, tan verde y tan bonito, está ya siempre sobre la estantería, vas corriendo a buscarlo para volver a creer que Cucufate existe y que nosotros seremos los padres.<br />
<br />
----<br />
<br />
Hace días que Cucufate y yo estamos tristes porque unos señores muy feos han venido a llevarse a Tita-Inés a un sitio oscuro y lejano. Pero esto no se va a quedar así. Además plantarnos indignados en la Puerta del Sol, hemos urdido un plan de rescate que ni James Bond. Pero esa es otra historieta que no contaré aquí porque las misiones secretas no se desvelan.<br />
<br />
<br />
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-68486397750866506242012-11-12T12:43:00.001-08:002012-11-12T12:50:36.781-08:00El gran presentimiento...<a href="http://chupetesybiberones.es/wp-content/uploads/2012/04/ni%C3%B1oni%C3%B1a.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="194" src="http://chupetesybiberones.es/wp-content/uploads/2012/04/ni%C3%B1oni%C3%B1a.jpg" width="320" /></a>Desde el principio me invadió un gran presentimiento de niña. Y los presentimientos de una fémina, sobre todo cuando ésta se encuentra en estado de preñamiento absoluto, nunca fallan.<br />
<br />
O, por lo menos, no debieran....<br />
<br />
Es natural, lógico, biológico, justo y, hasta si me apuras, necesario que una futura madre sepa lo que lleva dentro. Si no, que alguien baje y me explique a cuento de qué viene esta repentina sobreestimulación de los sentidos. Además de no soportar de pronto el sabor del salmorejo, abandonar un concierto a medias por sobrecarga de decibelios o que tu padre te proponga como sustituta de sus perras de caza, habrá, digo yo, algún sentido más elevado a todo esto.<br />
<div>
<br /></div>
<div>
El presentimiento de niña me sobrevino a partir de una revelación en el tren. Un día, de repente, como quien no quiere la cosa, me vi con mi niña (de nombre Alma) entre los brazos. Tan contenta me puse que fui corriendo en busca del Estimado para compartir con él nuestro precioso futuro. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
"Tenemos una hija", dije emocionada, "y se llama Alma". </div>
<div>
"¿Cómo dices? ¿Estás bien?", me soltó con cara de pasmo y colocando su mano en mi frente. "Alma no es siquiera nombre de persona. Además, yo creo que va a ser niño. Se nota claramente en la ecografía". </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Fin de la discusión. No se hable más. Mi gozo en un pozo. </div>
<div>
<br /></div>
<div>
A continuación, busqué cobijo entre padres, hermano, amigos, vecinos, jefes y compañeros de trabajo pero nada...Todos aseguraban tener la sensación de que mi cucufate era niño. "Es que tienes muy buena cara. Muchísimo mejor que antes", me llegaron a decir, sin antes medir, quiero pensar, con cuidadito esas palabras... </div>
<div>
<br /></div>
<div>
Sólo hubo uno que no me falló: el calendario chino. La desesperación no sabe de límites, lo reconozco, y, ante tal falta de apoyo, un domingo tarde sucumbí y busqué la famosa aplicación en internet. Introduje con esmero todos los datos que me pedía y "voilá", BINGO: salió niña.<br />
<br />
La ecografía de la semana 14 trajo nuevos datos. Como en cada consulta desde la sexta semana, lancé la pregunta: "¿¿¿¿Se ve ya lo que es????". El Doctor respondió que no podía asegurarlo PERO que le "parecía haber visto un pito. En la próxima ecografía te lo podré decir seguro".<br />
<br />
"¿¿¿¿¿Cómoooo????? ¿¿¿¿¡¡¡¡No puede seeerrr"!!!!!????. Me vino del alma. Fue un alarido que, antes de salir escopetado por mi boca, se olvidó por completo de pasar por el lóbulo frontal izquierdo a solicitar los permisos pertinentes. Cuando vi el estupor pintado en el rostro de la enfermera, supe que ya era tarde para recular. "Señora", decían sus ojos, "Claro que es posible...No es un perro, mujer, es un niño. Había un 50% de posibilidades".<br />
<br />
Juré y perjuré que me daba igual una cosa que la otra pero que mi instinto me decía que era niña y, claro, me extrañaba muchísimo que pudiese haber visto un miembro viril por ahí suelto. "Seguro que es el cordón umbilical", dije, y salí tan contenta de la consulta a la espera del día D fijado para hoy, lunes 12 de noviembre.<br />
<br />
-----------------------------------------------------------------<br />
<br />
Llevo tres noches sin dormir, lo reconozco. Nerviosita perdida he entrado esta tarde a la eco de la semana 18. El doctor ha empezado a mostrarme muuuuuy lentameeenteeee la columna vertebral (muy mona sí, con todas las vértebras en su sitio), la cabeza (enorme y con ojos gigantes. Me dio susto y todo. Parece un alien, para qué engañarnos), las orejas (guay, fenomenal, gracias), las manos (porque usted lo dice pero yo no veo nada), los codos (¿!?), las rodillas (u-hummm), los pies (imagino que ahí dentro no huelen) y las nalgas (ocupando media pantalla). Y con este repaso, quiso dar cierre a la ecografía de hoy.<br />
<br />
"¿¿¿¡¡¡Y el miembro!!!??? ¿¿¡¡¡Qué hay del miembro???!!!!".<br />
<br />
Como respuesta vino un largo silencio, seguido de una mueca a lo Mourinho y un escueto "no se deja ver; le tapa la pierna. Nos vemos en tres semanas".<br />
<br />
Así que, si su señoría tiene a bien descruzar las piernas, el próximo 4 de diciembre podremos preparar las compras de Navidad. Hasta entonces, se admiten apuestas a través de la pagina FB de Historietas: <a href="https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza">https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza</a><br />
<br />
Las bases son muy sencillas: si no lo has hecho ya, pinchas en "Me gusta". Después, escribes "niño" o "niña" en el muro, según como te dé.<br />
Entre los ganadores se sorteará un gran Cucufate Galáctico.<br />
<br />
¡¡¡Participa!!!<br />
<br />
<br />
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-91919164063840600282012-11-07T13:18:00.000-08:002012-12-01T10:21:50.704-08:00La frase que lo cambió todo....<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://b68389.medialib.glogster.com/media/ad8108977f82c07ad01d61d30b2059f128dbfb92aab730d3355a91fda51d7c18/calulas-sangre.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="223" src="http://b68389.medialib.glogster.com/media/ad8108977f82c07ad01d61d30b2059f128dbfb92aab730d3355a91fda51d7c18/calulas-sangre.jpg" style="background-color: transparent;" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: inherit;"><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;">Tengo una amiga, </span><i style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;">muy mejor amiga,</i><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 15px; line-height: 19px;"> que está lejitos en cuerpo pero pegadita en alma. Es </span><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px;">compartidora nata de hitos vitales, conocedora profunda de sentimientos reales y fuente constante de grandes inspiraciones mentales. </span><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px;">No la busques para un viaje mochilero, ni cuentes con ella para una maratón de</span><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px;"> </span><i style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px;">gin-tonics</i><span style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px;">. Pero si un día la vida se te hace bola y el raciocinio se torna en una gran tela de araña, ella y su sonrisa lo huelen en la distancia y se personan de inmediato con su frase curativa bajo el brazo. </span></span><br />
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;">Y es que mi amiga tiene la frase perfecta para cada enredo. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;">No sólo eso, sino que, dependiendo de la intensidad de la pena, de la complicación del nudo o del olor del miedo, sabe cómo tiene que entonar cada palabra, dónde fijar su mirada y, en definitiva, en qué envoltorio entregar la oración que te regala. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;">Un día, hace no más de dos o tres semanas, econtrábame yo aplastada contra el sofá, en plena parte baja de esta maja y entrañable montaña rusa hormonal que me acompaña. Estaba ocupadísima sintiendo una pena enorme de mí misma cuando, de repente, sonó el telefonillo. Cómo no, era mi amiga y, como siempre, traía su regalo. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;">-"¿Qué tal?", me preguntó. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 11pt;">-"Buf", respondí rauda y veloz. "Fataaaaal. <i>Sinf, snif</i>. No me recupero de las náuseas, me han salido pelos en la tripa, esta ciudad apesta a fritanga, me duermo por las esquinas y ENCIMA, <i>snif, snif</i>, me siento súper culpable...TODO EL MUNDO me mira raro... Creo que es porque me quejo demasiado.... Fulanita ni se enteró de su embarazo y trabajó hasta el último día..Yo aguanto hasta las seis de la tarde y a duras penas.... ENCIMA</span><span style="font-size: 11pt;">, <i>snif, snif</i>, menudo momento para quedarme preñada...Justo ahora que me cambio de puesto...Qué pensarán, madre mía....Qué imagen...ENCIMA va un compañero y, refiriéndose a mi baja maternal, me suelta que vaya pedazo vacaciones me voy a coger....<i>snif.</i>...Otra va y me pregunta que por qué como tanto...Menganito</span><span style="font-size: 11pt;">, que qué hago que me voy </span><span style="font-size: 11pt;">tan pronto..<i>SNIFFFFF</i>....".</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 11pt;">Así continué, un buen rato, hasta soltar la pelota gigante que, con la inestimable ayuda de mis queridos amigos Progesterona, G</span><span style="color: #333333; font-size: 11pt; line-height: 20px;">onadotropina Coriónica, E</span><span style="font-size: 11pt;">strógenos </span><span style="color: #333333; font-size: 11pt; line-height: 20px;">y Lactógena,</span><span style="font-size: 11pt;"> se me había atascado por dentro. Y ella, mi amiga, aguantó como una jabata hasta que, al concluir mi llantina, pudo hacer entrega de esa su frase que, en forma de regalo, lo cambió todo:</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><span style="font-size: 11pt;">-"Pues tú, la próxima vez que te miren o te digan, gírate y suelta: '<i>Perdona, estoy reproduciendo células. ¿Tú qué haces?</i></span>'". </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Entonces, por fin, caí. Soy reproductora de células. Un trabajo en el que no pintan nada el máster, la licenciatura, ni los tres idiomas. Un curro al que nos enfrentamos sin título ni experiencia que nos avalen pero que, sin embargo, constituye el más importante, delicado y hermoso de cuantos empleos vayamos a tener jamás. Una tarea que, nada más y nada menos, consiste en construir a otro ser humano para invitarle, después, a compartir con nosotros las aventuras y desventuras de lo que viene siendo La Vida. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">¿Acaso puede haber algo más importante que eso? </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Desde entonces, me entrego en cuerpo y alma a la reproducción celular de nuestro pequeño cucufate. Cada día, me encargo de gestionar unas seis millones de celulitas, según los expertos. Casi nada... <span style="font-size: 11pt;">Procuro, eso sí, ser equitativa en el reparto y, ya que estamos, escoger lo mejor de cada casa. </span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Del Estimado, o sea del padre, estoy <i>pillando</i> las células de la paciencia, del acento gaditano (me encanta), del gusto por la música y del arte en la cocina. Reconozco que he apartado las patillas, no vaya a ser que salga niña y la liemos. Si es varón, puede que las devuelva pero siempre y cuando se las coloque, si quiere, a partir de la mayoría de edad y bajo estricta supervisión paterna. También he cogido del Estimadito <span style="font-size: 11pt;">un puñado de su corazón, aunque no sé yo si algo tan grande se podrá repetir.</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">De la madre, servidora, he apartado <span style="font-size: 11pt;">la neurosis y cierta mala uva. Dejo, de momento, las ganas de reír (tan recomendado ahora por lo psicólogos) y los mofletes (que siempre han tenido fama de achuchables; y no lo digo yo, que conste).</span></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">También estoy seleccionando cosas sueltas como la tenacidad y el sentido del humor de un abuelo; el equilibrio mental y la infinita bondad del otro; la eterna sonrisa del tito; el sentido de lealtad de sus titas; y el amor incondicional de las dos abuelas. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">A esto me dedico pues, con esmero y cariño, de un tiempo a esta parte. Y, cuando se me acerca algún mini-juez (que, en el fondo, soy yo misma) con su pregunta o con su mirada; cuando alguien se sonríe ante mis ansias alimenticias o levanta con estupefacción las cejas porque salgo de la oficina a mi hora; cuando me acorralan las náuseas y me saluda con recochineo mi propia panza...me doy media vuelta y, tan ricamente, suelto: "Déjame, no me molestes, que estoy reproduciendo células". </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">--------------------------------------------------------------------------------</span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;">Gracias, amiguita, por estar siempre ahí y hacerme sentir mejor persona. </span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<span style="font-family: inherit; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="ecxMsoNormal" style="background-color: white; color: #2a2a2a; font-size: 11pt; line-height: 19px; margin-bottom: 0pt;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-30334089379652941752012-10-28T08:44:00.002-07:002012-10-28T08:44:13.249-07:00Una transmutación inesperada....<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: left;">
<a href="http://www.apfe.com.ar/elpatio/wp-content/uploads/2008/05/mujer-al-volante1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="http://www.apfe.com.ar/elpatio/wp-content/uploads/2008/05/mujer-al-volante1.jpg" style="text-align: center;" width="150" /></a>Siempre he sido una muchacha algo coquetona, con cierto aire de pizpireta, y bastante gusto por el "aliñamiento" humano. No es que esté yo para concursar en <i>Vogue</i>, pero sí me cuido muy mucho de llevar el pelo, las cejas, las uñas y las carnes siempre en su sitio. Me depilo cuando toca, me cepillo los dientes tres veces al día y, <i>of course</i>, no hay mañana que se me resista la ducha. Sonrío siempre que paso por ahí, no vaya a ser que se me escape algún piropillo de esos que no abundan pero sientan tan bien, por qué no decirlo... Una vez (y aquí aprovecho para meter la cuña) hasta recibí un <i>premio glamour</i>. Fue en la fiesta del décimo aniversario de mi máster de radio y lo gané, prometido, sin emborrachar al jurado.</div>
<br />
<br />
<br />
Con este <i>currículum vitae</i> bajo el brazo me planté junto a mi Estimado en la consulta del Doctor. Era nuestra segunda cita; una muy importante en la que nos confirmaba que esperábamos un pequeño cucufate (como no sabemos si es niño o niña, la criatura se ha quedado con Cucufate). Una vez entregada la buena noticia, el hombre me miró a los ojos y, con cara de conferenciante formado en Yale, se lanzó a entonar las verdades del barquero:<br />
<br />
-"Bueno, lo primero y más importante que debes saber es que el embarazo no es una enfermedad. Puedes hacer vida normal: trabajar, viajar, tomar aviones, hacer deporte y practicar sexo, aunque sin grandes fantasías".<br />
<br />
Aajá. Ok. Perfecto.<br />
<br />
"Ahora, existe una serie de síntomas bastante comunes que puedes experimentar y que paso a indicarte a continuación:"<br />
<br />
No tuvo ni que leerlas porque, al ser médico formado y experimentado en la materia, las había conseguido memorizar sin problema. Continúo.<br />
<br />
"Mareos, sueño, hinchazón de pechos y vientre, exceso de salivación, náuseas, vómitos, meteorismo o flatulencias, varices, retención de líquidos, sudoración, jaqueca, mucosidad extrema, ciática, estreñimiento, diarrea, celulitis, estrías, acidez de estómago, pérdida de memoria, hirsutismo, irritación cutánea, gengivitis, cambios de humor...."<br />
<br />
Y algo más que no recuerdo debido, seguramente, a mi incipiente amnesia.<br />
<br />
En cuanto pude reaccionar, miré de reojo al Estimado por aquello de asegurarme de que no se había dado a la fuga ante semejante panorama. Pero ahí seguía el tío, sonriendo embelesado, como si estuviese escuchando a Wilco en directo.<br />
<br />
<a href="http://img52.imageshack.us/img52/7017/shreck3.png" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="138" src="http://img52.imageshack.us/img52/7017/shreck3.png" width="320" /></a>A continuación, me pregunté por lo bajini a qué llamaría éste buen hombre enfermedad y en qué momento del auge hormonal procreativo se me pasó por alto la posibilidad de convertirme en una suerte de Shreck lobotomizada.<br />
<br />
Por último, sonreí muy digna, di las gracias por tan detallada información y me dispuse a preparar una gran fiesta de despedida a mi querido <i>glamour</i>. Al fin y al cabo, tantos años de roce hacen el cariño.<br />
<br />
--------------------------------------<br />
<br />
Dos meses después de tan señalada visita médica, doy fe de la veracidad de las palabras de mi doctorcito. Hasta la fecha, he sufrido hasta un 75% de los mencionados efectos secundarios de esta mi querida gestación. Y no digo cuáles. Me niego. Que una tiene su orgullo....<br />
<br />
<br />Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3948579411310240787.post-1527323626689063942012-10-24T11:56:00.001-07:002012-10-26T10:12:28.851-07:00El día del susto...<a href="http://img.bebesmundo.com/wp-content/uploads/2010/08/1152.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="150" src="http://img.bebesmundo.com/wp-content/uploads/2010/08/1152.jpg" width="200" /></a>Todo empezó con un buen susto. Mejor dicho, con dos sustos: uno bueno y otro malo. El primero fue un susto majo. Se llamaba Test de Embarazo Positivo y se plantó en nuestra casa el 9 de agosto de 2012, vestido con dos rayas rosas paralelas, muy monas ellas.<br />
<br />
Aunque de los bonitos, no dejaba de ser un susto. La parte contratante de la segunda parte (alias, el Estimado) y servidora acabábamos de volver de nuestro viaje de novios y, ¡zas!, a la primera. Tomayá. Tanto que dicen, tanto que agobian con "uy! esto tarda meses, hasta puede que un año. Hoy en día no es como antes..El estrés, el tabaco, las edades avanzadas....Ya sabes...." Así que, cuando vi esas dos rayitas tan bien alineadas, el corazón me dio un vuelco, los ojos se me inundaron, el nudo se plantó en la garganta y, después de saborear durante aproximadamente un nanosegundo una pizquita de felicidad, volví a plantar los pies en la tierra, retomé la compostura y me dije toda digna al espejo: "no puede ser. Esto no puede ser tan fácil, ni tan rápido". Todo un derroche de positivismo por mi parte...<br />
<br />
Y me fui, temblorosa, a pedir cita al Doctor...<br />
<br />
Y así fue como, cuatro días después, se personó en mi vida para marcar territorio el susto malo.<br />
<br />
En la ecografía no se veía nada. Tan solo un puntito negro que no se correspondía con las supuestas 6 semanas de gestación que, según la cuenta de la vieja (y del doctor que me atendía), debía tener. El médico lo diganosticó como más que probable huevo huero.."Es como un huevo con cáscara, pero sin yema" me dijo con cara de poker mientras yo asentía, indefensea, con ojos de perrucho abandonado. Como medidas de precaución me recetó el silencio más absoluto -"no vayas a decirle a nadie que estás embarazada"- y dos cápsulas de progesterona diarias. Dos semanas después tenía cita para una segunda ecografía, por si el mutismo y las hormonas habían conseguido producir el milagro.<br />
<br />
Fueron, creo recordar, las dos semanas más largas de mi vida, en las que me debatía entre tener o no a un ser dentro, y luchaba contra el instinto asesino de rebuscar y analizar en internet todas las variantes posibles a mi espantosa incertidumbre.<br />
<br />
No sé si fue la prudencia, la medicación, un diagnóstico fallido, que Dios existe o que la naturaleza exprime hasta la última posibilidad con tal de crear vida, pero a mis ojos se hizo el milagro porque, 14 días después del susto feo, escuchamos latir con fuerza el corazoncito de nuestro bebé.Unknownnoreply@blogger.com2