miércoles, 16 de enero de 2013

Historieta lunática....

Querida luna:


Me dirijo a ti porque a estas horas somos las únicas despiertas y porque tú, a tus años, lo habrás visto y escuchado todo. Cuente lo que te cuente, dudo que se te levanten las cejas, se te despeine el flequillo o te calces la toga de juez. A lo sumo se te escapará un bostezo y, con un poco de suerte, me mandarás a la cama con una palmadita en el hombro y la bonita certeza de que en unas horas darás paso a un sol reluciente y revitalizador.

El caso, lunita, es que llevo varias noches sin dormir. No hay manera. Y mira que hago todo lo que dicen los médicos, blogs y manuales para primerizas: tilita después de cenar, ejercicios de respiración para facilitar tanto la relajación como la conexión con el bebé, un cojín entre las piernas y otro debajo del vientre... Me voy a la cama con buenos pensamientos, el pelo liso y los dientes mentolados. Los deberes, como ves, están hechos cada noche a eso de las once.

Pero hacer bien las cosas no siempre garantiza el éxito y a las once y cuarto en punto empieza la juerga. Vuelta para un lado, vuelta para el otro, ponte boca arriba, cruza las piernas, "ay que me duele la cadera", "ay que el cucufate me ha dado en una costilla", "uy que me hago pis", voy al baño, vuelvo del baño, me tumbo de nuevo, coloco otra vez los cojines, "aaayyy, qué tirón me ha dado en la pierna", estiro los dedos de los pies para aliviar la contractura, me giro a la izquierda... y noto que el Estimado ya empieza a resoplar. Él se levanta a las seis y media. Yo a las siete. No miro el reloj porque prefiero ignorar cuántas horas han corrido desde que empezó mi particular odisea nocturna.

Al final desisto, me levanto, me arrastro hasta el salón y, horror de los horrores, me pongo a pensar. Sé que no debo porque es un mal vicio que tiende a jugarme horribles pasadas pero a estas horas no televisan ni Friends ni Sexo en Nueva York, así que estoy perdida... Mi cabeza es más rápida que yo y se escapa sin resistencia de mis sanas intenciones.

Pienso sobre todo en lo que se avecina....Tomo conciencia de que estoy saliendo de una vida para entrar en otra y me doy cuenta de que no me he despedido de lo uno ni, por supuesto, me he preparado para lo otro. Y me entran el pánico y la emoción por el mismo canal, así que mi ritmo cardiaco se acelera y, definitivamente, me despido del sueño una noche más. Total, poco voy a dormir a partir del mes de abril así que me lo tomo como un entrenamiento intensivo.

El motor, pues, se ha puesto en marcha y empieza a echar humo hasta que La Pregunta, la Gran Pregunta, vuelve, machacona, una y otra vez.

-¡Vete! ¡Que me dejes he dicho! Estoy contando ovejas y no tengo tiempo para tus tonterías.

Pero La Pregunta es omnipresente, todopoderosa e inespantable. No da tregua y aprovecha la debilidad que provoca el insomnio para acorralarte y abalanzarse sobre ti.  Y muy despacio, ojos inyectados en sangre, por fin, lo suelta: "¿¿SEEERÁS BUEENAAA MAAADREEE??"

Tramposa La Pregunta, ¿eh? Conmigo, por lo menos, consigue el efecto deseado: bloqueo mental, sudoración fría, taquicardia, palidez y sequedad bucal. Y es que odio no saber responder airosa a cualquier cuestión que se me plantee. En mi curro, lunita, las preguntas las hago yo. Esto me pilla con el pie cambiado.

Lo cierto, entre nosotras, es que no lo sé. Ni pajorera idea, vamos. No tengo claro siquiera si en 33 años he conseguido ser buena hija, buena hermana, buena amiga, buena empleada o buena vecina. Pero lo más grave es que tampoco sé lo que es ser buena madre...No me lo he estudiado, lo reconozco. Siempre he dado por hecho que una madre es buena porque sí y punto. Básicamente, sin ser consciente de ello, he vivido bajo la creencia de que una madre nace y muere madre, igual que una abuela es siempre abuela, el portero jamás se ha movido de su sitio, el médico de cabecera será siempre de la familia y casi nada ha sido nunca de otra manera. Cada uno representa el papel que le han dado al entrar en esta vida y todos tan contentos.

Pero no. Qué va. Para nada. Ilusa de mí. En nueve meses he de convertirme en algo que nunca he sido y encima lo tengo que hacer bien. Con lo fácil que era opinar sobre cómo educa el personal a sus churumbeles, ahora tengo que someterme yo al Tribnal Penal Popular de las Malas-Madres: esa, oh, tan necesaria y productiva opinión generalizada del mundo mundial. Si ya nos viene de serie opinar acerca de cualquier tema que traiga el viento, cuando se trata de embarazo o maternidad, la cosa se pone seria. Con decirte que todavía no he parido y ya se me adelantan los críticos...

-Ah, que das a luz en la clínica Menéndez? Buf! Pues ten cuidado, que allí las matronas son malas malísimas y te hacen sufrir mucho. Además, no son especialistas en cuidados infantiles.
-Gracias, amiga, me voy al paritorio mucho más tranquila.

-¿¿¿Vas a darle el pecho, vas a darle el pecho, vas a darle el pecho???? ¿¿Eh?? ¿¿¿Que NO vas a darle el PEECHOOO???
-Pues es que no lo sé. Creo que sí, pero no lo he decidido del todo. Si no lo hago, prometo llamarte todos los días, 4 veces, para rezarte al oído tres padres nuestros y siete ave maría purísimas..

-Tienes que conseguir que tu hija sea maja y muy sociable, ¿eh? Toma nota. Es muy importante. Debes asegurarte de que se relacione mucho con la gente desde el principio para que se acostumbre a estar con los demás.
-Claro, claro. Of course. Me la llevaré de copas todos los fines de semana a partir de la cuarentena. Lo prometo. Si no cumplo, te dejo que me des una buena y merecida paliza el último jueves de cada mes.

-Espero que no seas de esas madres que sólo saben hablar de hijos y de pañales...
-¿¿¿Yooooo???? Ah no, no, no...Para nada... Pienso hacerme un máster en trigonometría y otro en economía aplicada durante mi baja maternal para que mi conversación te resulte siempre sesuda e innovadora. Antes muerta que sencillamente madre.

Reconozcámoslo. Todos, aunque sea en mitad de algún terrible desliz, hemos opinado de forma abierta y totalmente gratuita sobre cómo afronta el prójimo la reproducción y consiguiente cuidado de su camada. Reconozcamos también que mola. Mientras los unos se reproducen y pelean consigo mismos y medio mundo por conseguir el título de  buenos padres, los otros nos entregamos al consagrado arte de opinar y poner nota.

Lo que pasa, luna, es que, visto desde el otro lado, caigo en la cuenta de que existe un enorme desequilibrio entre el opinador y el opinado. El opinador suelta el paquete, se da media vuelta y regresa a Opinalandia en busca de su siguiente opinión. Pero el opinado...Ay de él o de ella como encima esté atormentada cada madrugada por La Pregunta. Se pasará horas y horas buscando y rebuscando La Respuesta...Y si no consigue desistir, volver a la cama, abrazar a su Estimado y asumir que se pasará la vida siendo bueno/a o malo/a según el día o los ojos que observen, enloquecerá.

Veo salir los primeros rayos de luz. Casi que desisto, me entrego, vuelvo al catre, abrazo al Estimado y lo asumo: el título que se lo den a otra.


https://www.facebook.com/HistorietasDeUnaPrimeriza




7 comentarios:

  1. Jejejejeje, me ha encantado lo de La Pregunta y La Respuesta... es como de concurso de la tele

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  2. Lo que dice la ciencia es que "the children of “authoritative” parents—parents who are warm and loving, but also good at setting and enforcing limits—are better adjusted and more academically successful than those of overly permissive or superstrict parents." También se sabe que tendemos a repetir lo que hemos aprendido en casa y no hay más que ver lo estupendos y bien ajustados que estáis tu estimado y tú. Así que dile a la Pregunta que se busque otra duda con la que acosarte, que en este tema tendrías que esforzarte mucho por ser mala madre para conseguirlo.

    Y lo del pecho y lo de la clínica, ¿qué más da? De todas formas, flower, te recuerdo lo que decías en posts anteriores: lo importante ahora no es la opinión de los demás.

    Un beso!

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  3. Seguro que lo harás genial,solo un consejillo,informate sobre el parto y la lactancia. Todo te irá mucho mejor. Te recomiendo visitar la pagina El parto es nuestro y sobre lactancia el libro de Carlos Gonzalez "UN REGALO PARA TODA LA VIDA". El estar bien informada da mucha seguridad. Un beso y animo.

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    1. ¡Muchas gracias! Tomo nota del libro y de la página. Tengo mucho que aprender.
      Un beso!

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  4. Hola!
    Disculpa que te moleste. Mi nombre es Yainire Elorza y soy redactora de www.losmaspequenosyseguridadvial.com y www.ninosyseguridadvial.com , dos webs de educación vial para niños de 3 a 5 años y de 6 a 11 años respectivamente, promovidas por el Instituto de Seguridad Vial de Fundación MAPFRE.

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  5. Mañana te dejo un premio en mi blog, pasate por allí :)4

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